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—Lo encontré haciendo "eso"— el miedo se apoderó de mi un instante, la impotencia de mi poder hacer nada me quemaba
—El prometió que no lo haría mas— fue lo único que pensaba, el momento que el juro que no volvería a pasar. Solo lo ocultaba de mi
—Me pidió que no te contará, no me digas nada — casi rio
—Como puedes pedirme eso Sadie, tengo ganas de ir y golpearlo hasta que reaccione — me dolía, me dolia saber que volvía a caer en lo mismo.
—Tn, no podemos hacer esto solas, tu estás lejos y yo no puedo estar detrás de el siempre
—Que quieres decir?
—Decirle a sus padres— mi miedo crece con la idea de ganarme su odio, me hizo prometer que no le contaría a nadie y el lo dejaría, pero no cumple
—Nos odiara
—Me odio más por verlo así — en ese momento me doy cuanta de lo egoísta que he sido. Si quería tanto a Finn como decía quererlo, haría lo que sea para ayudarlo, sin importar si a el le gusta o no.
No somos más que dos chicas que roban sus pastillas a escondidas de su mochila
—Esta bien— suspiro con algo de miedo
—Les dire yo, es más que seguro que te llamarán para confirmarlo — y justo lo recuerdo, quedé de hablar con el en llamada esa misma noche
—H-hoy? — la cara de decepción de Finn aparece en mi mente, la idea de que el se enfade conmigo no es nada agradable
Sadie para entenderlo por un momento con su silencio — Es lo mejor para el, además nunca se enoja más de 2 días contigo
Me conforta un poco, a los minutos ella cuelga la llamada y me quedo acostada en mi cama, mirando al techo
Justo cuando estoy acomodando mis ideas, es cuando mi cerebro decide ponerme las imágenes de lo vivido el día anterior
Aidan y yo en ese salón
Sus manos deslizándose por mi cintura lentamente, con cada roce me daba escalofríos. Recordar la sensación de estarme derritiendo en sus brazos me hace estremecer. Sus besos, con un sabor inexplicable que me hacía querer más. La fusión de nuestras respiraciones..
Que me había pasado, por qué le seguí
Abro los ojos de golpe, mi rostro arde por mi sonrojó, el calor de esa mañana vuelve a mi. Me dirijo al baño rápidamente, me miró al espejo intentando calmar mi respiración.
Era un idiota, es un idiota y siempre será un idiota
Repetía en mi mente una y otra vez
—Tn— me sobresaltó del susto y me doy la vuelta al instante, la cara de mi padre confundido aparece frente a mi— Te estoy hablando para cenar,qué pasa?
—No, nada solo estaba.. solo estaba mirándome un grano — es lo único que se me ocurre y el entrecierra los ojos, analizando — ya no voy a comer tanta grasa
—Yo no veo que tengas granos, cielo — sonrio algo nerviosa y me aclaro la garganta
—Si ya salieron — me río con nerviosismo y lo empujó por la espalda, fuera del baño— Vamos a cenar, tengo hambre
Se ríe — Que no, que no ibas a comer grasa? Hice hamburguesas con repollo
—Hay que hacer sacrificios— salimos de mi habitación y bajamos a la cocina
Luego de unos minutos estamos terminando de cenar, con esa comida creo que sí me saldrán granos de verdad. Pero no niego que la comida de papá es tan deliciosa, justo cuando estoy por comer el último bocado y el me voltea a ver, tiene expresión sería, oh oh
—Pensaste en lo que te dije, cielo?— todo el sabor de mi comida se va y siento que estoy mascando una masa sin sabor
Miro el plato un segundo, quiero decir lo que siento pero sin lastimar a mi papá y muy en el fondo, no quiero ofender a mi madre
—No puedo — digo sin quitar la vista del plato en voz baja, lo escucho suspirar — Lo siento papá. Tal vez tengas razón y que si haya cambiado, pero.. pero no estoy lista para verla de nuevo
Llevando la mirada, el tiene una expresión pensativa por unos segundos, parece analizar lo que digo hasta que finalmente me da una pequeña sonrisa
—Esta bien, gracias por decírmelo — me toma de la mano y suspiro aliviada— pero yo iré a verla
—Por que?
—Pidio que vayamos los dos, necesito arreglar una última cosa con ella — da una sonrisa melancólica por alguna razón, a pesar de mi curiosidad prefiero no preguntar—Pero le dire que no pudiste ir— le doy un pequeño apretón en la mano
—Gracias papá — el sonreí y me da un beso en los nudillos de la mano
[...]
Oculto mi rostro detrás de un cuaderno con oso el resto de mi cuerpo fuera invisible, suspiro aliviada cuando llegó al salón y no hay rastro de el.
Creo que es la primera vez que llegó tan temprano, rogaba para que el fin semana pase lo más lento posible para no venir.
Me da tanta vergüenza mirarlo a la cara después de lo que paso.
Por qué salí corriendo, me golpeó la frente con el cuaderno y suspiro
Toda la clase estaré mirando la mesa, tal vez no note que estoy ahí o hará como que no paso nada? Sería mejor.
Idiota
Justo en eso toca el timbre y me siento en mi lugar, sin darme cuenta mi pierna empieza a temblar, por qué estoy tan nerviosa
Justo cuando estoy empezando a tranquilizarme, lo veo pasar por la puerta del salón, está con Noah. Al instante bajo la mirada hacia el cuaderno y trato de parecer lo más normal posible
Por qué no pude darle una cachetada y decirle que era un pervertido
