paranoia (no hay lugar más seguro que el hogar)

el altillo

Luego de un rato curioseando y anotando cada cosa a reparar para mí padre, fui con mi madre a limpiar y desempacar, cuando de repente tropecé con una caja que se encontraba detrás de mí, haciéndome caer sobre mi espalda. Al alzar la mirada pude ver una puerta en el techo y enseguida llame a mi hermano mayor Elías quien era mucho más alto que yo, éramos muy unidos y compartíamos la misma obsesión por los cuartos ocultos;

-¡Elías!. Grité emocionada
-¡Qué sucede!. Respondió preocupado al verme en el suelo
-bueno, ¿Me dirás qué sucede? o tendré que adivinar. Me dijo riendo mientras me ayudaba a ponerme en pie
-nada solo me caí al tropezar con eso. Mencione con una sonrisa mientras señalaba la caja
- pero no te llame por eso ¡mira!. Le dije señalando la puerta en el techo
- ¡WoW!. mencionó emocionado
- me parece que acabas de encontrar más trabajo duro para papá y para mí. Dijo riendo mientras me ayudaba a subir
- veo que encontraron más para limpiar. Mencionó nuestro padre mientras se reía y traía una escalera para ayudarnos
- WaW es muy grande. Mencione sorprendida
- y está en muy buen estado. Mencionó mi hermano
-supongo que me voy. Dijo mi padre desilusionado
-¿Porque se desilusiona?. Pregunte en tono burlón
- es maniático de las reparaciones es su forma de mantenerse ocupado. Respondió mi hermano riendo

Luego de un largo rato limpiando, decidimos que era buena idea convertir el altillo en una sala de juegos y reunión para nosotros y los mellizos de 12 años Victoria y Ezequiel.
Tuvimos que pedirle ayuda a nuestro padre para construir una nueva escalera plegable y segura para el cuarto de juegos, quien acepto entusiasmado y termino en muy pocos días.
Puedo decir que lo mejor de la casa fue ese altillo, que en poco tiempo se convirtió en el lugar más concurrido por la familia.