Félix, un chico rico que tiene de todo menos vida social y la mayoría de su tiempo lo pasaba en su casa.
Christopher, un chico que trabaja en una línea erótica y recibe muchas llamadas al día para satisfacer a sus clientes.
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[☯︎︎ Adaptación;...
Casi me atraganto con mi propia saliva al escuchar aquella pregunta tan sumamente íntima, pero de eso se trataba la cosa. Christopher y yo estábamos un poco aburridos y decidimos hacernos preguntas íntimas e incómodas de cualquier tipo y es por ello que me había preguntado eso.
—¿En serio tienes que empezar con algo así?— solté indignado y muerto.
—Lo siento, es lo primero que se me ha venido a la cabeza— rió.
—Estás loco si crees que te voy a responder esa pregunta cuando mi vida sexual es nula— contesté.
—¿No vas a responderla?— preguntó sorprendido.
—No— negué.
—Pero, ¡dijimos que responderíamos todo!— alzó un poco la voz.
—¡Todo lo que se pueda responder!— hablé con él mismo tono que él, pero fastidiado—. Cuando tenga una vida sexual activa entonces te contestaré la pregunta.
Él rio al escuchar lo que dije y yo en cambio rodé los ojos.
—Veo que te molesta eso de tener sexo— se burló con diversión.
—No digas tontearías, a mi me da igual. Aparte, yo mismo me lo busco por no ser sociable.
—Tal vez si lo fueses un poquito más lograrías tener algo de sexo.
—No gracias. No quiero ser sociable— rechacé la simple idea.
—Entonces seguirás amargado.
—Nada mas que coma chocolate se me pasa.
Él volvió a reír por mi respuesta y suspiró.
—En fin, te haré entonces otra pregunta.
—De acuerdo— me acomodé mientras esperaba.
—Oral o anal. ¿Qué prefieres?
Abrí mis ojos al máximo y casi me caigo de la silla al procesar lo que me había dicho. ¿Por qué se nos había ocurrido este pésimo juego? Ahora me arrepentía mucho de haber visto como una buena idea jugar a esto.
—¿Tengo responder obligatoriamente?— pregunté con la esperanza de que dijese que podía pasar la pregunta.
—Por supuesto que sí. No has respondido la otra, así que esta no te libras.
El icono rojo de la pantalla de mi teléfono de repente empezó a ser una tentación para mi, me estaba llamando para que lo pulsase y terminase la llamada, pero antes de hacerlo la voz de Christopher se hizo presente de nuevo.
—No me vayas a colgar, Félix— me advirtió.
Miré para todos lados asustado. ¿Cómo sabía que le iba a colgar? ¿Me estaba espiando?
—¡¿Me estás espiando?!— solté lo que pensé.
—No, tonto. Pero te habías quedado callado, así que es lo que había intuido.
—Oral— respondí rápidamente.
La línea se quedó en silencio y me preocupé, ¿él que estaría pensando sobre mí por mi respuesta?
—Me lo imaginaba— habló después de varios segundos.
—¿En serio?— alcé ambas cejas.
—Sí. Te toca preguntar a ti.
—Déjame pensar.
No sabía qué preguntarle primero, había tantas cosas que me gustaría saber que no me decidiría.
—Es para hoy, Félix— me metió prisa.
Decidí que mejor soltaría la primera que se me viniese a la cabeza y ya está, así que eso hice.
—Con quién te gusta hacerlo más, ¿hombres o mujeres?
—¿No vale responder ambos?— preguntó.
—No, sólo puedes elegir una opción.
—Supongo que hombres, ya sabes, entre hombres nos entendemos.
—Entre hombres todo es más sucio, por eso te gusta más— respondí socarrón.
—¡No es por eso!— lo negó con rapidez.
—¡Sabes que sí!
—¡No! Simplemente entre hombres es más fácil entenderse y no hay que ser cuidadoso— explicó.
—Entonces, ¿eres bruto en la cama?— tenía curiosidad.
—Oye, ¿no me toca a mi preguntar?— intentó evitar responder.
—Sí, pero ahora que estamos hablando de esto me ha surgido la duda.
—No soy bruto a no ser que la otra persona quiera. Sólo me refería a que con las mujeres suelo tener un trato más especial— aclaró.
Estuvimos un rato más haciéndonos varias preguntas divertidas y algo pervertidas, pero sin llegar a un nivel exagerado ni demasiado vergonzoso. Hasta que de repente, Christopher hizo una pregunta que me sacó de lugar.
—Te toca preguntar, Christopher.
—Mmm... — pensó durante unos cortos segundos—. Espero que no te incomode demasiado esta pregunta, pero necesito hacértela.
Me puse muy nervioso con ese pequeño aviso, pero hice como que no me importaba.
—Dime, sin rodeos.
—Si algún día sientes demasiadas ganas de satisfacerte con otra persona, ¿me tendrías en cuenta para ser una de esas personas que podrían ayudarte con ello?
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Fuerte la última pregunta del Bangchan, él anda sin rodeos, el sabe lo que quiere JAJAJAJAJA
