12 ~se sentía como hogar~

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Nayeon gimio apenas sintió sus sentidos volver a ella después de que en algún momento se quedará dormida, y con los ojos todavía cerrados llevo una de sus manos bajo las sábanas que la cubrían para tocarse un poco al sentirse sensible, pero lo único que sus dedos sostuvieron fueron suaves cabellos largos. Despues abrió los ojos y se alzó un poco sosteniendose con sus codos, levantándo la sábana para descubrir a su unnie jugando con su miembro.

Bueno, que linda manera de despertar.

La omega le sonrió con descarada inocencia mientras paseaba su húmeda lengua a lo largo de su falo erecto, jadeando cuando chupon su rosada cabeza y engulló después. ¿En que momento Tzuyu le había bajado los pantalones? Nayeon no lo sabía, pero tampoco podía concentrarse en buscar una respuesta cuando sentía la cálida cavidad bucal de su unnie envolver su sensible miembro.

Incluso se dejó caer de nuevo, con las cejas fruncidas y sus manos apretando la tela bajo sus dedos, dejando que la omega hiciera lo que quisiera con su cuerpo. La boca de Tzuyu le abandono, pero no esa mano que la acariciaba de arriba a abajo con lentitud, como si estuviera tentandola, como si quisiera enloquecerla.

Y quizás lo logro cuando acercó sus labios a la hinchazón en la base de su erección para lamerla y chuparla, arrancando de la alfa un profundo gruñido ronco por la sensación tan placentera al su nudo no lleno ser atendido. Tzuyu pareció emocionarse ante esa reacción, porque después de que su cuerpo tuviera cosquilleos ante el gruñido, siguió jugueteando con el nudo desinflado de la castaña, sabiendo perfectamente que era, quizás, la zona más sensible en el cuerpo de una alfa.

"E-Espera... unnie". La llamo en un murmúro tembloroso, llevando sus manos de nuevo hacia los cabellos de la aludida. Quien dejo su miembro para gatear por su cuerpo hasta colocarse encima, cada pierna a los costados de las caderas de la alfa y cada mano a los lados de su cabeza, mirándole desde arriba con una expresión lujuriosa. "... unnie".

La omega se inclino para ir directo a su mandíbula, en donde repartió pequeños besos húmedos hasta llegar a su cuello, donde paseo su nariz en busca de envolverse con el adictivo aroma de la alfa, gimiendo cuando penetró sus fosas nasales. Y movió sus caderas desnudas sobre ella, sintiendo la longitud de la castaña deslizarse por la separación de sus nalgas de manera superficial, la humedad de el lubricante natural haciéndolo mucho más placentero.

"Mimos". Fue lo que pidió cuando se sento sobre su erección, aplastandola bajo sus muslos internos, mirándola con una expresión de falsa inocencia.

"¿Mimos?". Cuando su unnie asintio, Nayeon tuvo que sacudir la cabeza para mantenerse estable, porque Tzuyu había saltado un poco emocionada y eso, por supuesto, se había sentido condenadamente bien. "Esta bien unnie... t-te dare... te daré mimos".

Y Tzuyu se inclino de nuevo, escondiéndose en su cuello para poder dejar las caderas desnudas un poco alzadas, sosteniendo las manos de la castaña para obligarla a tocar su cuerpo. La misma omega hizo a Nayeon sostener sus glúteos, apretando un poco también para despues soltarla y dejar ella hiciera el resto.

Pero la alfa trago saliva nerviosa, sin querer moverse demasiado, todavía un poco aturdida por la manera en que fue despertada y atacada. Así que sólo se dedicó a acariciar, sin atreverse a ir más allá de la zona en que su unnie la había dejado, escuchando sus suspiros satisfechos.

Un bajo gruñido se escuchó a un lado de ambas, antes de sentir movimiento en la cama, dándose cuenta de que Jihyo también había caído en el sueño en algún momento. Quizás fue mientras ambas llenaban de cariñosos abrazos a Tzuyu que terminaron por perder ante Morfeo, no lo sabía, tampoco le dio el tiempo de intentar buscar la respuesta cuando la mayor se movió para quitarse de encima y así irse con la alfa a su lado.

La menor entre ellas jadeo por el peso extra que de pronto tuvo, aunque no dijo nada cuándo escucho los gruñidos bajitos que podían sonar parecidos a ronroneos que Tzuyu dejo salir cuando restrego su mejilla contra los bíceps en el abdomen de Park, sus caderas también apoyándose sobre el regazo de la alfa pelicorta.

Una gatita, Tzuyu en esos momentos era una gatita hambrienta de atención.

Y ella realmente obligó a Jihyo a tocarla también cuando sostuvo sus manos y las llevo al mismo lugar donde había puesto las de Nayeon. La castaña con dientes de conejo río burlona por la manera en que el rostro de Park se coloreo con intensidad y su garganta se movió al tragar saliva sonoramente por el atrevimiento de la omega, pero incluso con los nervios al tope, la alfa menor obedeció las exigencias de su unnie sobre acariciarla.

Eso hizo; paseo sus dedos con sumo cuidado por la suave y blandita piel de los glúteos hasta obtener suspiros satisfechos sobre su cuello, donde también inhalo la fuerte fragancia de la canela. El aire estaba inundado de el combo que sus olores creaban al mezclarse, ese delicioso perfume a caramelo de capuchino que lograba calmar de sobremanera a las tres lobas, sintiéndose cálida juntas.

"Hogar". Murmuró la omega, con la mejilla aplastada contra los bíceps de Jihyo, estirando una mano en busca de el cuerpo de Nayeon, quien se acercó también para sentirla colocarse en medio otravez, sonriendo contenta. "Justo aquí... hogar".

Ambas alfas sonrieron, besando cada respectiva mejilla al entender lo que la omega quiso decir. Las tres juntas, se sentía como hogar.

[~¤Cappuccino Candy~¤]

"Hyonnie". La aludida se dio la vuelta al ser llamada en ese tono dulce pero molesto, encontrándose con su unnie de pie en la entrada de la cocina, todavía sólo utilizando la camiseta gris de Nayeon. "Te fuiste..."

La alfa asintio, sacudiendo en su mano el vaso de plástico donde había estado tomando agua. "Lo lamento unnie, tenia sed".

La omega negó, su bonito rostro arrugado por la expresión todavía molesta, acercándose a la alfa para quitarle el vaso y dejarlo en la mesa de el comedor, sosteniendo la cara de Park entre sus manos para obligarla a inclinarse y reclamar su boca. Jihyo sólo alcanzó a gemir sorprendida, sus ojos abiertos desmedidos y su corazón latiendo desbocado, porque sin duda eso la había tomado con la guardia baja.

Porque cuando salió de la prisión de los brazos de Nayeon que las mantenía a las tres en un abrazo mientras volvían a descansar, en busca de algo refrescante para su garganta, no pensó que Tzuyu la buscaría enojada para luego besarla.

Pero estaba pasando, Tzuyu la estaba besando. Y se sentía bien; sus bonitos labios se sentían suaves contra los suyos a pesar de que estaban un poco resecos, pero ni siquiera le importó ese detalle cuando se movían de manera lenta y cuidadosa, como si buscará grabarse la sensación de besarla. Su loba aulló dentro de su pecho, vitoreando la atención de su omega, contenta.

"Cama". Tzuyu murmuro alejándose, alzando los brazos para pedir silenciosamente que la llevase cargando.

Jihyo sonrió risueña, aceptando de inmediato cuando se agachó un poco para sostener los muslos y alzarse con ella en brazos, sus piernas aferrándose a sus caderas junto a sus brazos que se sostuvieron de sus hombros, su rostro refugiándose en su pecho. Y así la llevo de nuevo a la habitación, donde Nayeon las esperaba con un rostro somnoliento, haciéndose a un lado para dejarles espacio y atrapandolas a ambas nuevamente en un abrazo grupal.

Hogar. Se sentía como hogar.

















¿Quieren otra actualizacion?.

¤~Cappuccino Candy~¤ (NaJiTzu) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora