THE KANIMA

MASTER PLAN

Ambos fuimos arrojados por unas escaleras hacia un sótano. Solté un quejido de dolor y la puerta fue cerrada dejando todo oscuro.

—Stiles. —murmure intentando ubicarlo y toque su espalda con mi mano.

—Liv, ¿estas bien? —dijo mirándome.

Afirme y nos levantamos.

Unos sollozos se escucharon y ambos nos miramos entre si.

—¿Hay alguien aquí? —pregunte y se volvieron a escuchar los sollozos.

Stiles buscaba un botón en la pared hasta que dio con el encendiendo la luz.

Vimos a Erica y Boyd atados con cables y con cinta negra en la boca.

—Erica. —dije acercándome rápidamente hacia ella. Ella sollozo. —Ayúdame con Boyd. —dije mirando a Stiles.

Stiles se acerco a Boyd y Erica emitían sonidos inaudibles.

—Tranquila, te sacare. —dije y ambos tomamos los cables y estos nos dieron toques.

—Les estaba por advertir que era eléctrica. —dijo una voz y ambos giramos la vista viendo a Gerard junto a otro tipo.

—¿Qué les tas haciendo? —dije mirándolo.

—Por el momento los mantengo cómodos. —respondió entrando. —No le veo el punto a torturarlos, no me entregaran a Derek, el instinto de proteger al alfa es muy fuerte.

—Bien, ¿que va a hacernos? —dijo Stiles y ambos miramos Gerard.

—No te nos acerques. —dije mirándolo. —Scott nos encontrara. —añadí.

—Se lo que eres jovencita. —dijo mirándome y trague saliva pesadamente. —Quiero ver lo que puedes hacer. —dijo haciendo un ademan al tipo quien me tomo fuertemente.

—¡Suéltame! —exclame, pero el me tomo aun más fuerte.

—¡Suéltala! —exclamo Stiles mirando a Gerard.

—En cuanto a ti Stiles, escucha esto, Scott McCall encuentra a su mejor amigo y hermana ensangrentados y golpeados hasta la muerte. —dijo y aprete la mandíbula aun luchando por soltarme.

—Sabes que...¿Cuántos años tienes? ¿90? Te puedo patear el trasero sin problemas. —dijo Stiles y Gerard le dio un fuerte puñetazo dejándolo en el suelo.

—¡No! —exclame moviéndome, pero el tipo me sostenía fuertemente.

—Veamos tu habilidad de curación. —dijo Gerard con una navaja y yo abrí los ojos asustada.

—No, ¡no! —exclame y Gerard enterró la navaja en mi piel.

Solté un grito fuerte de dolor. El movía la navaja a través de mi brazo haciendo un largo y profundo corte. Gritaba fuertemente y las luces parpadeaban. Era un dolor horrible. Después hizo un corte largo en mi pierna y otro en mi vientre. Solté otro grito desgarrador. Intentaba zafarme, pero el tipo me sostenía.

Cuando termino el tipo me soltó y caí al suelo retorciéndome de dolor.

—Liv, ¡Liv! —escuchaba a Stiles llamándome.

Mire mi brazo y vientre y estos escurrían sangre al igual que mi pierna.

—¡Basta! —exclamo Stiles y Gerard le dio una fuerte patada y lo tomo de la camisa para comenzar a golpearlo.

—¡Detente! —exclame con lagrimas en mis ojos. —¡Basta! —dije y mis ojos brillaron. —¡Dije que te detengas! —exclame y levante mi brazo y Gerard salió volando estampándose con una pared.