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─ ¡Zenitsu, tu paquete llegó!
El aludido bajó corriendo las escaleras y recibió de manos del cartero una caja grande, baja y liviana (para desentono de su tamaño).
─ ¡Gracias, señor!─ sonrió Zenitsu firmando la tableta del cartero.
─ D-de nada...─ dijo éste desconcertado. ¿Acaso ese chico ni llevaba nada debajo de su sudadera? Juraría que no vió ropa interior más allá de sus calcetas altas a medio muslo.
Sacudió la cabeza y negó, en ocasiones debía ir a casas bien raras.
─ ¡Waaah!─ chilló Zenitsu emocionado.
─ ¿Hum? ¿Qué te llegó?─ inquirió su hermano volviendo de la cocina con una soda de melón.
─ ¡Mi nueva blusa! ¿No está bonita?
Se apoyó una blusa rosada con tres corazoncitos en medio sobre el pecho y su hermano frunció el ceño.
─ ¿Esa es la blusa?─ el rubio asintió- ¡Yo quiero una!─ y dejó la soda en la mesa para tratar de quitarle la blusa al menor─ ¡¿Cómo diablos pagaste esto con tu dinero de las tutorías?!
─ ¡No, Kaigaku, suelta! ¡Consíguete la tuya!
Los jovencitos tiraron y tiraron de la prenda, Zenitsu con menos fuerza por miedo a que se rajara, Kaigaku con más fuerza porque se mataba trabajando y nunca podía gastar el sueldo en cosas bonitas.
─ ¡Vas a estirarla, Kaigaku, déjala!
Pero Kaigaku enserio quería una blusa tan bonita como esa.
─ ¡Presta! ¡Siempre te compras cosas más lindas que las mías!
─ ¡NO!
¡Shraaash! Y la linda blusa se descosió justo al medio, en el bordado.
─ ¡Mi blusa!
Zenitsu boqueó sorprendido, admiró la prenda con gruesas lágrimas cayendo de sus ojos y la arrojó a su hermano.
─ ¡Kaigaku malo!─ lloró igual a un niño─ ¡Me rompiste mi blusa! ¡Era nueva!
─ Uy...
Kaigaku apretó los labios, no creyó que ENSERIO fuesen a romperla, pero sí, la rompió, y su hermano no paraba de llorar.
─ ¡Perdón, perdón!─ repitió moviendo nerviosamente sus manos─ ¡te la pago!
─ ¡No quiero dinero, quiero mi blusa!─ sin embargo Zenitsu era muy sensible cuando se trataba de sus cosas─ ¡Buaaa!
─ Diablos... ¿y si te la arreglo? ya sabes, con la máquina. Seguro que resulta.
El rubio hipó al asentir, cesó su llanto y trató de componerse para hablar.
