Juego

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"Es divertido hasta que pierdo. Y no solo el juego".

Viernes por la tarde en casa de jisung. El clima era algo entre lo cálido y lo frío. Era bastante bonito, en verdad.

Jisung estaba en el sofá junto con Minho. Ambos viendo televisión y cada uno en su lado del sofá.

Era un programa ordinario, pero esa solo relleno para poder echarse miradas y decirse cosas lindas de por medio.

El pequeño jisung era quien terminaba sonrojado ante todo, pues su novio decía cosas lindas o vergonzosas que solo lo dejaban con un notorio rubor en sus mejillas.

Pero ahora era su turno de jugar.

Jisung, viendo de reojo a Minho, dejó caer su celular cerca del sofá.

– Oh... que torpe soy – dijo jisung mientras se volteaba y agachaba levemente para tomar su celular.

No era solo eso, si no que se demoraba demasiado en recoger dicho objeto, y lo que estaba a la vista de Minho era la estrecha cintura de jisung, junto con el suave trasero de su novio.

Minho empezó a babear con tal escena. Trató de voltear para no terminar más duro de lo que ya estaba.

Pero fue imposible.

Jisung regresó a ver a minho con el objeto en la mano y rió levemente.

Todo era planeado y Jisung se divertía tentando a su novio.

Y obvio, el que sufría era el contrario, quien tenía que ponerse un cojín en su entrepierna para no dejar a la vista su pequeño problema ahí debajo.

Jisung sonrió inocente y se recostó en el piso, poniendo uno de los cojines como almohada para poder "ver televisión".

Minho ignoro totalmente al menor y ambos continuaron viendo el programa.

Pero el mayor no podía concentrarse.

Jisung de vez en cuando se daba la vuelta y apuntaba con su trasero hacia minho, quien solo quería tirarse encima de él y darle todas las nalgadas que se merecía por provocarlo así.

Decidido, el mayor de ambos se acercó a jisung y palmeó el suave trasero de su novio, haciendo que este voltee.

– min...? que pas-

El menor fue callado por los labios de Minho, los cuales lo dejaron embobado y le hicieron perderse en su mundo.

Minho, en medio del beso, acomodó a Jisung y se posicionó contra el.

Minho besaba con ternura y delicadeza a su pequeño, mientras frotaba suavemente ambas erecciones y ambos se dejaban llevar.

El ambiente frío ahora había pasado qnun ambiente levemente cálido, mientras en aquella sala solo se escuchaban los besos, el suave roce de la tela y los gemidos que estos provocaban en ambos.

Más en el más pequeño, quien gemía despacio ante cada roce y se dejaba hacer por su novio.

Minho, en cambio, se concentraba en los melodiosos gemidos de jisung, los cuales solo lo ponian más duro y lo cegaban completamente.

Los gemidos se intensificaron cuando, tras ambos quedar en boxers, minho apretó la estrecha cintura del menor y empezó a simular estocadas contra el delicado cuerpo.

El tan duro bulto de Minho y el esponjoso y suave trasero de jisung se topaban con brusquedad y el más pequeño era quien menos podía disimular lo que le provocaba todo eso.

Jisung gemía y soltaba gritos de placer cuando Minho daba estocadas muy fuertes o cuando frotaba su duro bulto contra su culo.

En 10 minutos o menos, jisung tenía su entrepierna húmeda. Se había corrido con las estocadas con ropa de min.

– alguien está muy sensible – dijo entre risitas Minho, quien seguía duro y aún daba para más.

– min... agh... Mmm – jisung se aferró a los labios de Minho y volvió a besarlo, esta vez el tomando el control a pesar de estar cansado.

Ahora Minho estaba sentado en el sofá y Jisung estaba sentado encima de él.

El pequeño ji unió sus labios con los de su novio mientras, aún con su boxer puesto, restregaba y daba saltitos encima del gran bulto.

– agh... tan grande... – gemía despacio jisung, mientras sentía una corriente por todo su cuerpo por cada vez que el pene de su pareja coincidía con su sensible entrada.

– follame ya... min... agh mmmm mmm fo-follame – rogaba ahora hanji mientras tiraba su cabeza hacia atrás y saltaba más fuerte encima de minho.

Ambos estaban muertos de placer. Jisung sintiendo la grandeza de su novio, y minho sintiendo como ese esponjoso culo caía sobre el infinitas veces.

Minho con ambas manos apretó y amasó el trasero de su novio, mientras mordía sus labios y buscaba sacarle más gemidos. Esos que lo ponian más duro.

El menor no paraba de suspirar y gemir a causa del tacto hasta que Minho se corrió tras elevar su pelvis y simular unas cuantas estocadas.

Ambos estaban agitados y cansados, pero mas el menor. Este estaba mojado de más y se sentía ido por todas la sensaciones.

– espero hayas aprendido la lección.

Stray Kids One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora