Minsung [smut]

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Minho tomó del brazo al pequeño jisung y  lo pegó a el, apoyando sus grandes manos en las caderas del contrario.

– Extrañaba tenerte para mí. No sabes cómo me encantas – susurró el mayor, acercándose a los labios de jisung, quien gemia suavemente por el tacto contrario.

Minho se sentía raro. Estaba necesitado, buscaba calor.

Minho paso sus manos por la espalda del menor, pasando las yemas de sus dedos suavemente por esta misma zona.

Jisung colocó una de sus piernas encima de la cadera de Minho y tiró suavemente su cabeza hacia atrás, dejando que el mayor deje besos y mordidas en su cuello.

El menor se sostenía de los brazos de Minho, arañando y apretando estos mientras su mayor lo tocaba y lo hacía sentir bien con todo aquello.

En la habitación solo se escuchaba el roce y el sonido de la pijama de ambos debido al tacto y constante movimiento entre ambos, todo esto junto con los suaves gemidos de jisung y los jadeos de Minho.

– Min... ahh... no... – gimoteo jisung, mientras sentía como su mayor metía sus frías manos dentro de su pantalón y le apretaba y amasaba el culo.

Jisung apretaba sus piernas para evitar que su erección sea demasiado notoria, pero sus piernas no dieron más y las abrió levemente para dejar chocar su erección con el abdomen de minho.

Esos roces, el choque de su erección con el duro abdomen de minho.

Tan exquisito.

El menor tomó el cabello de Lee cuando este empezó a fingir estocadas o movimientos bruscos contra el, provocando que su erección y el abdomen del contrario se topen con todo menos delicadeza.

Jisung tiró su cabeza hacia atrás y tiró del cabello de Minho. El menor tenía la mirada perdida y sus labios se mantenían abiertos, dejando salir jadeos y gemidos obscenos que solo resaltaban la necesidad de más.

El mayor, en cambio, estaba sintiendose en el cielo por como su pequeño se retorcía debajo suya y rogaba por más o por sutileza.

Minho se detuvo y le dio la vuelta al menor de un solo movimiento.

Jisung estuvo ciertamente confundido hasta que sintió el gran bulto posarse en su trasero.

Minho empezó a dar estocadas por encima de la ropa, restregando su gran erección entre las mejillas del menor.

Jisung empezó a gemir desesperado, apretando los dedos de sus pies y moviendo con desesperación sus caderas para sentir un poco más la dureza de su novio. Todo esto mientras sentía su erección gotear y su entrepierna humedecerse.

Jisung siempre terminaba hecho un desastre a causa de Minho.

Hoy no era la excepcion.

Minho bajó el pantalón de pijama de jisung y lo mismo hizo con los suyos.

La entrada del menor estaba un poco manchada de su propio liquido preseminal. Era totalmente estrecha y era una tortura para Min.

Muy al contrario de lo que Minho quería, Jisung se volteó y, entre jadeos y desesperación, colocó a su mayor boca arriba, le colocó su pantalón de pijama de vuelta y colocó el suyo.

Lee estaba bastante confundido, el menor lucia deseoso pero, en vez de desvestirlo, lo vestía de vuelta. No entendía.

— Quiero sentirte... — dijo en un hilo de voz el menor, quien se acababa de sentar en el abdomen del mayor para empezar un beso bastante fogoso.

El menor de ambos, ante el sin fin de sensaciones, empezó a mover sus caderas, restregando su erección sobre el duro abdomen de Minho, soltando gemidos ahogados por la corriente que le atravesaba su cuerpo por cada roce.

Sus movimientos eran rápidos, apresurados, necesitados.

Minho, al contrario, quería enterrarse en el y hacerlo suyo una vez más, pero no podia quitarse al menor de encima.

No si este último estaba tirando su culo hacia atras, empujando su erección varias veces y con tan poca sutileza.

La habitación se lleno de jadeos y gemidos a causa del frote constante entre ambos chicos. Jisung habia empezado a dar saltitos sobre el duro bulto de Minho y esto le nubló la vista en sobremanera a este último. Era sobrenatural la forma en la que se perdía por la sensualidad de Jisung.

El mayor posó sus manos por debajo del pantalón de pijama de jisung para poder manosearlo por debajo de estas prendas, apretando su trasero, metiendo un poco sus dedos o provocandolo, lo cual solo desesperó más a Jisung, ganandose un par de saltos desesperados sobre su entrepierna.

Jisung bajó el pantalón de su mayor y, tras rozar un poco su culo con el gran pene, se sentó en este a pesar del dolor, volviendo a saltar sobre el pene de su novio una y otra vez con toda la necesidad y deseo de correrse en ese mismo instante.

Lee arqueó su espalda y soltó un gemido bastante alto por lo inesperado que fue aquello. Normalmente Jisung bajaba suavemente pero, al sentarse con brusquedad, sintió un cosquilleo por todo su cuerpo que lo hizo temblar y apretar las sábanas.

El mayor de ambos trataba de llevar el ritmo. Pero su novio estaba tan desesperado que simplemente estaba siendo totalmente dominado por el.

Jisung entrelazó sus manos con las de minho y las llevó hacia atras de la cabeza del mayor, teniendo el control total de todo ese ambiente tan caluroso. Movía sus caderas hacia adelante y hacia atras de forma lenta, a veces moviendose con brusquedad cada vez que el pene de su novio cepillaba su punto más sensible, haciendo que su vista se nuble y, en reflejo, moverse más rápido.

El menor de ambos no sabía si estaba en el cielo o en el mismisimo infierno. Sentía su cuerpo arder, pero el placer lo hacía sentir tan bien que el dolor era nulo y, aquel ardor, solo lo hacía sentir deseado.

Estaba tan distraído con lo que sentía que, en instantes ya estaba siendo penetrado por Minho, quien alzaba su cadera varias veces para lograr llegar más profundo y volver al menor un mar constante de jadeos.

Jisung perdió el control. Ya no podía dominarse ni asi mismo.

Soltó el agarre de Minho y colocó sus manos sobre el trabajado pecho de su novio, apretando este mientras el mayor lo embestía sin intenciones de detenerse.

— mierda... — gimió Minho cuando sintió que su pene apretaba. Jisung se había corrido y parte del semen cayó sobre su rostro, pues el menor había estado conteniendose tanto que, cuando no pudo más, este salpicó directamente al rostro de su novio.

Y eso era excitante.

Minho pasó una de sus manos por sus labios, saboreando un poco la caliente esencia del menor, acercandolo para empezar un beso en el que ambos sentirian el sabor de jisung.

Minho sostuvó con fuerza a Jisung y empezó a dar varias veces en su punto, esta vez corriendose el al sentir como el menor daba pequeños saltos a la par de sus embestidas, volviendo los ultimos momentos en algo tan exquisito que sería difícil de olvidar.

Y asi, nuevamente, jisung se bajó de minho una vez haya estado lleno de la caliente esencia. Esa que le encantaba sentir escurrir y caer entre sus piernas. Se sentía tan bien.

Por el otro lado, Minho estaba perdido. Su mirada estaba por cualquier lado y su vista se había nublado por la cantidad de placer a la que se expuso al llegar al orgasmo. Se quedó quito un momento en lo que todo en el se estabilizaba.

Jisung, aprovechando, se levantó y buscó las toallas para limpiarlos a ambos, recostandose nuevamente tras terminar dicha tarea.

— Me encantó. Te amo. — dijo el menor con una voz dulce, dejando un beso en su mejilla. — dulces sueños Honnie — mencionó tras una risita, abrazando a su lindo novio, quien todavia parecia estar embriagado por el placer al que se había expuesto.

— Yo también te amo, Ji — mencionó el mayor de ambos en un hilo de voz, quedando notoriamente dormido tras mencionar dicha frase.
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