🍈Capítulo 3🍈

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Zico conducía su auto rumbo a la mansión de su jefe. De vez en cuando miraba a Jimin quien jugaba en su celular y miraba sonriente el camino a la mansión a través de la ventana.

Eran las cuatro y más de la tarde, Zico había estado en una reunión con su jefe y demás empresarios cuando su hijo le mandó un mensaje diciendo que ya tenía listo las cosas que debían llevar. No dudo en ir por su pequeño.

Recordó lo amargado que su jefe había estado esos últimos días. Aunque ya lo era siempre, esos días había estado insoportable.

-Amor, se que no eres de esos chicos malcriados- Zico habló suavemente. -Pero el señor Jeon es un hombre recto, evita toparte con el en la mansion-

-¿El me hará daño?- Jimin respondió rápidamente y levemente asustado. -¿Es como esos alfas que hablan cosas feas de mi? ¿El acaso me mandará a la escuela de omegas?-

-¡No!- Zico respondió rápidamente. -No te hará daño, tampoco te mandará a esa horrible escuela, pero debes ser cuidadoso.-

-Ya entiendo, después de todo es un mafioso- Jimin susurro con un toque de diversión y más tranquilo.

-Bueno, literalmente soy su asistente personal así que ¿también soy uno? No tan malo y enojon como el pero tenemos el mismo trabajo-

-Pero tu eres un alfa diferente papá, estoy seguro que tienes a muchos omegas bonitos detrás tuyo- Jimin sonrió y volvió su mirada al celular entre sus manos. -¿Quien no quiere un alfa bueno como tú? Yo estoy muy orgulloso que seas mi papá-

Zico sonrió divertido, recordando que ese día por la mañana el hermano menor de Jeon le había hablado tan descaradamente.

Un sonrojo adorno sus mejillas al recordarlo, su alfa se removio gustoso al recordar al omega. También un sentimiento de miedo, no había sentido nada de eso desde que había tenido a su primero omega y también porque Jimin aunque no había conocido a su papá omega, siempre lo a amado y cada que tenía oportunidad hablaba de él omega fallecido como si lo conociera de toda la vida.

Miró de reojo a su hijo y noto que este estaba cayendo dormido. Sonrió enternecido, ese día dormirian como nunca lo habían hecho.

Seguros de que nadie iría a golpear la puerta para intentar hacerles algo.

-Todo saldrá bien- susurro ingresando al patio de la mansión de su jefe.

Tampoco quería ponerse cómodo, estaba seguro que su alojada ahí no será para siempre. Probablemente hasta que Jungkook se canse de ellos y les arroje a la calle como el desalmado que era.

Como hacía con sus empleados que ya no le servían.

Aunque Zico se había dado cuenta que en esa gigantesca mansión vivían pocas personas. Los empleados y guardias vivían en la mansion trasera, mucho más pequeña pero muy bonita. Seguramente ese sería su nuevo hogar.

Al llegar a las puertas de la mansión, se bajo del auto y se acerco a un guardia que estaba ahí. Con el tiempo, había ganado muchos amigos en la mansion. Como Yugyeom, el guardia que siempre estaba a la entrada de la mansión.

-Señor Zico buenas noches- saludo el guardia. -No pensé que volvería-

-Hey Yugyeom- Zico saludo con una sonrisa. -Vigila mi auto por favor, iré a ver unas cosas con el señor Jeon y ahora salgo-

-Si señor- Yugyeom asintió viendo levemente el auto de Zico y sorprendido quedó al ver a un pequeño ser en uno de los asientos delanteros del auto. -¿Es acaso su omega señor?-

-No, es mi hijo- Zico dijo rápidamente. -Ahora vuelvo-

Yugyeom asintió sin despegar la mirada del omega que yacía dormido en el auto, notando como las mejillas abultadas del menor eran demasiado apretujables.

☁️Pedacito De Cielo / Kookmin🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora