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Halloween.
Él día donde los niños salían a pedir sus dulces, en cada casa se podía escuchar 'Dulce o truco'. Esa fecha del año era tan fascinante para los infantes que hasta salían vestidos con disfraces de algún personaje, mientras acompañaban su rostro con una espléndida sonrisa claro no antes de ir con un mayor a su lado.
Aunque no era así en una casa del vecindario, donde las puertas y ventanas estaban bien cerradas para que nadie molestara a los chicos que se encontraban dentro de ella.
Los cinco chicos que estaban haciendo unos garabatos en el suelo mientras observaban lo que había en el libro negro. Hanagaki Takemichi tenía una curiosidad muy grande de saber quien fue el ángel que hizo que nuestros primeros padres cometieran el pecado de ser imperfectos y con ello llevar a la desgracia el mundo retando a Dios, el chico era curioso que llamó a sus amigos para ayudarlo en conocer a lucifer.
Los amigos de Takemichi eran muy miedosos, más por lo que el rubio quería llamar del infierno. Advirtiendo le de que no hiciera algo tan estúpido como lo que estaba haciendo, pero al rubio le gustaba las cosas sobrenaturales relacionadas con lucifer, haciendo que leyera toda la biblia solo por conocer la historia de dicha serpiente. El hermoso ángel que estaba junto con a la humanidad.
'Estás loco'.
Eran las palabras de los chicos, los cuales se dieron cuenta de lo emociado que estaba Takemichi, el cual estaba sonriendo como si fuera un desquiciado, pero solo era una obsesión que el tenía de conocer al hermoso lucifer.
— ¡Takemichi estas realmente loco!.— seguía dibujando la estrella, seguido de unas extrañas letras que aparecían en el libro negro.
Ya no le importaba poner atención a las palabras de sus amigos que tenían miedo de lo que podía pasar en Halloween.
— No lo invoques.
Halloween era el día festivo, donde cualquier estupidez que estés cometiendo podía albergar tu destino ese día.
Sonrió.
Su emoción fue lo que sus amigos vieron, y con terror aque pasara algo estos solo se miraron con un asentimiento.
— No seremos parte de esto, nos iremos Takemichi. — encuento lo dijeron se marcharon.
'¿Qué es lo malo en lo que estoy haciendo?' pensó.
Aun con lo que sus amigos le dijeron Hanagaki siguio con dibujando el círculo. Solo faltaba algo, lo más importante para poder invocar a su demonio favorito.
Unas últimas palabras, las cuales decidirán la vida del rubio. Lo que Takemichi no se esperaba era ver como el tiempo se detenía ante sus ojos, el como su vista capto la luz roja.
Empezando a ver borroso sintiendo su cuerpo pesado, viendo instantáneamente aún chico sonriendo Takemichi cayó en un pequeño sueño.
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