20 capitulo

543 34 2
                                    

Capítulo Final

[....]

Estábamos por carretera a punto de llegar a la cabaña, el ambiente en el carro era silencioso, incomodo y tenso. Mientras que afuera los arboles se movían muy rápido como si fuera a caer una fuerte llovizna.

A lo lejos se veía una casa marrón, y a pesar de que parecía antigua estaba en un muy buen estado.

Rodrigo: ¡Llegamos a la cabaña!

Rodrigo se estacionó al lado de la casa, abrí la puerta del auto y un fuerte viento me recibió avisando que una una tormenta se acercaba. Un aroma a tierra mojada fue lo primero que llego a mi nariz al tiempo que una rama caía encima de mi cabeza.

Dominik: ¡Ay!

Rodrigo: ¿Qué paso? — cuestionó, rodeó el auto y se posicionó al frente de mí. El tono preocupado en su voz hizo que sintiera ternura y sonriera.

Dominik: Nada, solo me golpeó una rama en la cabeza —asintió convencido de mi relato y acudió a las pequeñas. Bri al bajarse del auto, optó por quedarse callada y ver todo con asombro y Mia, Mia solo se bajo y se quejó de que estaba haciendo calor.

Mia: Rod, ¿me puedo quitar la chaqueta? —preguntó a su hermano, los miré con un extraña confusión en mi rostro. 

Estábamos en invierno e hiba a llover, ¿y la chica se quería quitar la chaqueta? Algo estaba pasando, pero por segunda vez no le prestaría atención. Cerré la puerta del auto para ir despues por Kima que todavía se encontraba dormida en la sillita de bebes.

Rodrigo: Sera mejor que te la quites adentro —indica con un poco de duda, veo como desamarra a Isabella de la silla y la saca con suficiente agilidad, por otro lado estoy yo que desaté un nudo que se había formado,  para crear otro despues—. ¿Necesitas ayuda?

Dominik: Si, por favor.

Rodrigo: Niñas, adéntrense a la casa. Mia, ya sabes que hacer.

Mia: Si, señor.

Mentiría si dijera que no sentí un poco de curiosidad por saber que era lo que Mia tenia que hacer una vez entraba a la casa. Pero me aguante y lo quise confirmar por mi misma. Cerramos la puerta trasera del auto, luego de haber sacado todo lo que trajimos y antes de subir los escalones de la casa, se escucho un aullido. 

Mi piel se erizo seguido de un escalofrió. Le di una mirada a Rodrigo, y este estaba nervioso.

Dominik: ¿Qué fue eso? —inquirí con temor a saber la respuesta.

Rodrigo: Posiblemente un perro, qu-que se perdió —balbucea al tiempo que su labio inferior empieza a temblar.

Dominik: ¿Por que estas temblando?

Rodrigo: Entra a la casa... por favor.

Asentí, y sin preguntar más, entré.

La cabaña era grande y muy espaciosa por dentro. Todavía hacia presencia el aroma de tierra mojada. Lo primero que veías al entrar era unas escaleras que llevaban al segundo piso, una ventana que mostraba el exterior lleno de arboles y dos puertas. A un lado de la puerta principal había un perchero donde estaba lleno por los abrigos de Mia y Bri. Todo era en madera, el pasillo que seguramente llevaba a la cocina dejo ver a dos siluetas de niñas corriendo por este.

Mia: ¡No me atraparas!

Brianda: Eso ya lo veremos.

Mia paso por detrás mío y luego Bri, las chicas casi me tumban por lo que tuve que sostenerme por los más cercano que fue el hombro de Rodrigo.

Rodrigo: Jovencitas, cuidado —regaña el chico de ojos claros, devuelve su vista hacia mí y rápidamente aparto mi mano de su brazo—. Ven subamos y dejemos las maletas.

Asiento y con Kima en un brazo y la pañalera en el otro y subimos al piso superior.

Dominik: Hazme el...

Rodrigo: Despues de te explico, perdón.

Dominik: ¿Qué?

Rodrigo: Eso ibas a preguntar, ¿no?

Dominik: No.

Rodrigo: Entonces ¿qué era?

Dominik: ¿Que si me ayudabas?

Rodrigo: Ah, claro.

Terminamos de subir las escaleras y baje a Kima, para que explorara las habitaciones, Rod hizo lo mismo con su hermanita.

Dominik: Pero, si quiero que me hagas el favor de explicarme ¿qué es lo que acaba de pasar? El aullido es de un lobo, ¿verdad? Lo que paso en tu casa con tu abuelo y Alex fue porque era luna llena ¿cierto?

Rodrigo asintió ante todo lo que decía, cabizbajo jugaba con sus dedos.

Dominik: Dímelo, Rod. Dime, ¿que eres? ¿Quién eres? ¿Qué es Mia? ¿Que es Isabella?

Rodrigo dirigió su vista hacia la ventana, dudoso. No estaba segura de que me lo dijera, hasta que dio un suspiro sonoro y devolvió su vista a mí.

Rodrigo: Soy un lobo. Un lobo que esta perdido y maldice un poquito todos los días por no ser normal. Soy el alfa de la manada, de mi familia. Mia es solo una niña lobo, que aun no sabe cuales son sus características. Y mi hermanita menor, Isabella. Ella aun es una bebé, que esta esperando su transformación, y no se después que pasara. Dentro de poco, yo seré él que esté a cargo de ellas. Pues mi padre, ya tiene fecha de muerte. Y ese mismo día tendré que liderar la manada, una guerra nos espera.

Fin

Una Historia De Amor De Rodlipa (Un año #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora