Sᴇᴀ ⃟Kᴏᴏᴋᴠ

⃝⃕II

Por la mañana, cuando Taehyung seguía durmiendo con una pierna fuera de la cama, la boca abierta babeando la almohada y con sus manos extendidas en todo lo ancho de la superficie suave, Jimin le miraba desde la ventana para luego ver al mar y soltar un suspiro largo con exasperación.

Estaba frito, jodido, pulverizado, molido, terminaría siendo la comida de ese humano estúpido de cabellos negros.

Tenía una tarea en especial, que su rey le había dado en particular a él y era cuidar a su amigo de cabellos rojos y que no se metiera en problemas, eso había hecho a lo largo de su vida —con mucho caos de por medio—, había cuidado bien de su amigo. Evitando que terminará en las trampas de los marineros, fracasando por completo al estar en esos instantes en la gran red de un humano.

Estaba jodido, sin duda alguna. Pero el optimismo no era una de sus cualidades por nada, así que su pequeña mente estaba ya creando el escenario perfecto para que el idiota ese con cara de rata amase a su amigo. Cosa que no sería imposible para alguien como Taehyung, no por nada todo el reino marino lo amaba.

Soltando un silbido antes de poder lanzarse al aire cambiando su forma marina a un ave de plumas verdes y rojas, tal vez le ayudaría a ser menos raro si era un perico en lugar de un cangrejo. Así la gente no se asustaría de verle hablar.

"¡Despierta!, ¡Príncipe Taehyung!" Gritó el pequeño cuerpo del ave, sus patas pequeñas saltando sobre la espalda del tritón "¡Taehyung!, ¡Taehyung!, ¡Taehyung!"

El pequeño ser estaba más ocupado en poder saltar en la espalda del menor, que no notó que la puerta se abría y dejaba ver la cabeza chismosa del príncipe Jeon, que no pudo evitar entrar al lugar con la mirada fija en el animal que estaba subiendo y bajando en el aire.

"¿Taehyung?" La duda e incertidumbre del pobre príncipe que no dejaba de ver el cuerpo emplumado del ave y los cabellos despeinados del que, había escuchado que sí era un príncipe "¿Su nombre es Taehyung?"

Si Jungkook no estuviese en esa situación  jamás se le hubiese pasado por la cabeza hablar con el animal.

"Por supuesto que sí, baboso" contestó de manera poco cortés el ave "¿Qué no entiendes, estúpido?" Jimin dijo una vez que se alzaba en vuelo y se ponía en el borde del espejo lejos de su amigo. Si quería que el príncipe marino no se volviese espuma de mar como había dicho la bruja loca, debía darle espacio al cara de rata y  Taehyung.

"Así que ese es su nombre" balbuceo Jeon y Jimin se abstuvo de poder rodar los ojos por las babosadas que decía ese futuro rey, ese reino no tenía futuro si tenía a esos dos idiotas como reyes.

Jungkook caminó a paso lento hasta la imagen del chico, grato era el regalo de saber su nombre del pequeño ser frente de él. Sus cabellos rojos algo largos estaban revueltos, la joyería de sus oídos relucía y además de eso sus piernas y su espalda que no eran tapadas por las sábanas blancas, apenas notaba que estaba desnudo o eso creía.

A diferencia de la primera vez que había visto al chico desnudo, en esos momentos la curiosidad le mataba. Acababa de enterarse que el joven era un príncipe, que su nombre era Taehyung y que su ave era muy grosera, sin embargo eso no le dejaba con las ganas de acercarse y quitar de su cuerpo del menor la cobija para ver lo que había abajo de ellas.

Cuando Jungkook estaba decidido a que no era nada de otro mundo ver a un chico desnudo y quitar las telas de su cuerpo no era un pecado, un gran chillido, irritable y molesto, le obligó a dar un paso atrás.

"¡Taeeeeehyung!" Chilló el ave haciendo que al cuerpo del pelirojo reaccionar, el pobre había levantado su cabeza por el ruido, para luego sentarse en la cama con las sábanas en su regazo.