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Fue catastrófico. 

Luego de la llegada de Hashimoto, a Kei le costaba mirar a Kiyotaka a los ojos sin estallar en murmullos imposibles de distinguir con el rostro completamente rojo. 

Razones por las que las interacciones a lo largo del día fueron raras. 

Todos los avances logrados, destruidos. Por una oración que Kiyotaka ni siquiera pudo oír. Pero sabía de qué se trataba. Por supuesto que lo sabía. No era necesario tener un coeficiente alto para saberlo. 

Tenían que resolver este pequeño traspié. Por lo que la citó en su cuarto luego del colegio. 

Y allí se encontraban. Sentados uno junto al otro. Cada vez que él se acercaba a ella y sus piernas o brazos se rozaban, ella retrocedía. 

-Kei...

Ella lo miró. Sus ojos enormes brillando en duda. 

-Qué.- Resopló. 

-¿Qué ocurre?- Preguntó tomando sus mejillas para obligarla a mantener la mirada.

-Nada, todo bien, está todo increíblemente bien. - Sonrió de manera forzada. 

-Kei..

La nombrada quiso esquivar la mirada, pero no lo hizo. La determinación volvió a ella. 

Aparentemente estaba dudando. Y ya eligió. 

-Es vergonzoso. -Admitió. 

-Lo que sea que sea que Hashimoto haya dicho, solo ignoralo.- Aconsejó soltando sus mejillas. 

-Es que... sabes de lo que hablo, ¿verdad?

-Noventa y nueve por ciento seguro. 

Siempre había un margen de error, después de todo, no oyó exactamente lo que le dijo. 

-Bueno, ¿es cierto?- Preguntó acortando la distancia por primera vez desde la mañana. 

-¿por qué quieres saber?- Cuestionó para molestarla un poco. 

Kei se cruzó de brazos y resopló. 

-Me haces decirlo... 

Volvió a fijar su vista en él e infló las mejillas resignada. 

-Porque ya sabes... dicen que la primera vez es algo... dolorosa... 

Ella esperaba que Kiyotaka añada algo de información, pero por supuesto que no la dejaría con la frase a medias. La haría pasar vergüenza. 

-Y si, mmm, ya sabes, ¿no? si esa cosa es tan grande... ¿de veras duele tanto?- Preguntó esto último de un tirón. 

-Por esa cosa ¿te refieres a...?- No sabía si era buena idea seguir empujando pero ella parecía estar esperando esa pregunta. 

-A ti. A tu amigo, a tu miembro, a tu falo, a tu pene, como quieras llamarlo, no puedo creer que me hagas decirlo. - Soltó rápidamente cubriéndose el rostro con las manos.

-No fue tan difícil decirlo si se te ocurrieron tantos sinónimos. - Bromeó a lo que ella solo le dedicó una mirada. Suficiente. - Lo lamento. Responderé de forma directa a tus preguntas, Kei. 

-Como sea. Entonces, ¿es cierto? 

Como no estaba seguro que pregunta responder, respondió a las dos preguntas que le hizo con anterioridad. 

-Si, es mayor al promedio, pero eso no está relacionado al dolor que se puede sufrir o no durante la primera vez. 

-Si lo hacemos, ¿no dolerá? - Preguntó. Sonaba curiosa más que preocupada. 

Kiyokei | DesearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora