Mi Desahogo

36 0 0
                                    

Me parece injusto
cargar con la pesada libertad del que no tiene nada para ofrecer.
El tiempo, los sueños, los recuerdos,
ya no se me antojan la mayor de las fortunas. Sin darme cuenta caigo en un pozo de ambición infecta de amarga, pero sana envídia, que sin maldad dirigo hacia aquellos que no saben lo que es el vacío. Los que tienen amor por castigo, no mendigan carícias, ni saben reconocer un te quiero fingido, aceptándolo como un día de lluvia porque jamás hubo sequía en sus corazones, pero aun así, con todas sus decepciones, son felices. Pequeñas son las vásculas de nuestra moralidad y aun menos perceptibles nuestros valores, por eso debe de ser que sentimos miedo al conjugar el  verbo dar,
en su modo sin pedir nada a cambio. ¿Por que estos pensamientos me atormentan? ¿Por que no puedo seguir como si nada pasara? ¿Por que me cuesta tanto fingir? Por que te amare simpre, sin conciencia; y por ello, si que me siento afortunado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 18, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora