Se perdió la ilusión por crecer,
ironía, que la impaciencia, poco a poco,
se llevó de la mano a la inocencia.
En su lugar se instaló el temor a saber.
Destruyó el escudo protector que algunos llaman ignorancia, un miedo abismal a perder la escasa esperanza y conocer la desamparada realidad. Aprendiendo de golpe y sin iniciación lo que es el vértigo que se siente por las mañanas, cuando suena el despertador y mas allá del horizonte de tu cama no hay nada.
Tu soledad es innata.
Nos mataba el ansia por crecer,
para que al final,
nos maten las ganas de volver a nacer.

ESTÁS LEYENDO
Ella.
PuisiLo que sale de mi, llamarlo poesia seria un atrevimiento. Espero que os guste.