Tercera impresión.

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En su primer día de trabajo, Wei Ying llega una hora antes, lo que complace a Lan Huan quien lo recibe con una sincera sonrisa. Lo conduce hasta el estudio donde le explica todo sobre los problemas de su hermano haciéndole saber que su único trabajo es cuidarlo en lo que Lan Zhan desee y que no es necesario tratar de buscar su simpatía y aceptación ya que debido a su personalidad eso es algo sumamente imposible, también le dieron completa libertad para desplasarse por la casa.

Con mucha precaución, Wei Ying entra a la habitación del joven Lan, después de cerrar la puerta a su espalda con lo primero que se encuentra son con los penetrantes ojos dorados de aquel a quien debe hacerle compañía, hipnóticos, fue lo que el chico penso. Después de tragar en seco y forzar su voz para que salga con normalidad dice- ¡hola, mucho gusto soy Wei Ying! - acorta la distancia entre aquel y él. Lan Zhan al ver la muy muy muy cercanía, tensa sus músculos, agarra las ruedas de su silla con la intención de retroceder pero ese chico insoportable ya había agarrado las barandas y sujetado previendo que aquel arisco personaje querría alejarse- pero tú puedes llamarme A' Ying o lindura- le guiña un ojo liberando una cantarina sonrisa- o simplemente amorcito- le lanza un beso.

Lan WangJi se vuelve a tensar, la presión en sus labios es tan notoria que parece un delgado hilo dibujado en aquel rostro. Su ceño fruncido indica que esta molesto, pero aun así se mantiene en silencio sin emitir reclamo alguno.

- respira...- dice Wei Ying soltando la silla- no es bueno aguantar la respiración te hará mal- dice caminando por toda la habitación ignorando al inquilino, se encontró con un librero que se nota sus libros son viejos y no hay nuevos, también vio sobre un mueble de llave una colección de lapices cada uno dentro de sus cajas acrílicas, a simple vista que no son nada especial, ni de marca ni caros. En un rincón ve un atril de un metro cincuenta, mas o menos junto a una mesa que contiene artículos para pintar un cuadro, también se da cuenta que el atril esta cubierto por una sabana y no esta demás deducir que hay un cuadro debajo de este.

La curiosidad de ver aquel cuadro lo llevo a dirigirse a ese rincón y cuando estuvo a punto de quitar la manta Lan WangJi lo atropella con silla y todo interponiéndose entre el cuadro y él. Molesto y al ver que el intruso no piensa alejarse por voluntad propia decide atropellar repetidas veces. Wei Ying a saltos se hace para atrás.

- ya, ya, ya entendí- dice entre risas al ver la conducta infantil de alguien mayor a él- lo siento mi intención no fue que te enojaras- continua sonriendo.

Después de calmarse y cobrar compostura, el Lan respira profundamente para terminar de tranquilizarse.

- estoy aquí porque tu padre me contrato para hacerte compañía y ayudarte en lo que necesites- aclara su presencia en el lugar- así que si deseas cualquier cosa puedes decirme -dice mostrando su amplia sonrisa que deja ver su blancos dientes. Lan Zhan no responde ni siquiera emite algún sonido- por lo visto no quieres nada- se dirige a un sillón que esta a un par de metros frente a la ventana- me sentare en este lugar- dice sacando su celular del bolsillo de su chaqueta.

Al ver como ese intruso se sienta en el sillón, Lan Zhan no duda en tirarle la silla encima logrando golpear en las piernas- ¡¡¡auch...!!!- encoge sus pies llevando sus rodillas al pecho- ¿qué te pasa por qué haces eso?- soba sus piernas para apaciguar un poco su dolor. Lan Zhan vuelve arremeter con su silla golpeando una y otra vez en contra del sillón-

- ¡¡¡esta bien...!!!- se pone en pies- ya no lo ocupare- sonríe con picardia- pero si querías que usara tu cama para estar más cómodo- se arroja de guata a la cama dejando caer libremente todo su peso en ella- solo debías hacérmelo saber- se burla.

Enfurecido Lan Zhan se fue a uno de sus muebles y saco un cinturón con el cual empezó a golpear a Wei ying para que saliera de la cama- ¡maldición!- el chico agarra el cinturón y de un jalón se lo quita para dejarlo caer en algún lugar del suelo- escuchame niño...- dice con firmeza.

Fantasma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora