Una vez más

Prefacio

Obscuridad. 

Era lo principal que podía percibir aparte el ruido del viento que golpeaba las paredes frágiles de la cabaña, llevaba aproximadamente seis noches en ella a los que estuve consiente. El miedo me invadía cada noche con hambre y frío pero aún más cuando me visitaba.

Sus pisadas resonaban muy fuertes a de lo normal, trataba de tomar las cosas bajo control, que mi desesperación y el miedo no me invadiera, dia y noche pasaba en la posibilidad de que alguien me encontrara y me sacara de ahí pero solo eso era, una simple posibilidad. Sonaba riesgoso e imposible, no cabía duda de que no me encontraba cerca de ninguna parte, prácticamente podría estar en la nada.

La soledad del lugar era una tortura, lo único ruidoso eran mis pensamientos de supervivencia, el mantenerme con mente fría.

El silencio se evaporó al escuchar la puerta azotar, todas las noches aparecía solo un momento por el cual no entendia el porque si nunca traía comida o agua, e inclusive para hacerme algo o mencionar algo u otra palabra, solo su silueta permanecia estatico frente a mi. Después de varios días finalmente habló,  y en ese instante sabía porque nunca había mencionado algo durante este tiempo, lo sabía perfectamente, sabía que al momento de escuchar su voz sabría de quién se trataría y vaya que me engañó. 

Caí en cada uno de sus malditos engaños.

Y prácticamente lo haría una vez más.