LESTATH Y LICAON, ODIO Y AMOR

Capítulo 1

    
                     GRANDES AMIGOS

   Otra vez al colegio, todos los días son iguales, mis profesores ya cansados de vernos porque se acerca el final de clases, mis compañeros tan infantiles, porque todavía no entienden que ya estamos en el penúltimo año de la preparatoria, y continúan con sus juegos estúpidos abusando de la paciencia de los profesores. O seré yo tal vez el problema, que no puedo socializar con gente distinta a mí.

     El único que me entiende es mi extraño amigo y vecino, Cris Evans, quien está en cuarto año de la preparatoria. Somos amigos desde hace cinco años, cuando vino a vivir al condado. Vive con sus padres, buena gente, sólo algo tímidos y poco sociables. Mis padres les dieron la bienvenida cuando se cambiaron frente a mi casa, también los invitaron un par de veces a cenar para tratar de acercarse a ellos, ya que Cris y yo éramos amigos. Pero se mostraron reticentes a las invitaciones, siempre evadiendo con alguna excusa.

     Desde el primer día que nos vimos con Cris, sentimos afinidad el uno por el otro. Tal vez sea porque somos un par de raros antisociales. Aunque él sea un poquito más tímido que yo. Alex Martin el raro, y Cris el anti, tremendo dúo. Además cuando estábamos jugando en casa en mí Play Station 5, y llega la hora de comer, nunca se quiere quedar, simplemente dice que debe marcharse a su casa o su madre se enojará.

     A veces los visitan personas bastante peculiares, pero sólo vienen en la noche, en lujosos autos negros. Una vez vi a una pareja de unos cincuenta años, creo yo, ambos vestidos de negro, ella con vestido y él de traje. Pero no se quedaron mucho tiempo, no más de una hora, lo sé porque los vi por la ventana de mí cuarto.
     Otra noche, un día antes de Halloween, llegaron dos hombres igualmente vestidos, y en la parte trasera del auto, venía una mujer, que cuando se bajó, quedé impactado, era alta, delgada, con cabello largo oscuro, vestía un vestido rojo ceñido al cuerpo. La verdad es que era muy hermosa. Llegaron como a las once de la noche, pero no los vi salir, porque me quedé dormido encima de mí telescopio. Ahh, sí, tengo un telescopio porque amo mirar las estrellas, quiero ser astrónomo algún día. Pero por ahora lo utilizo para espiar a los vecinos. Y volviendo a aquella noche, me resultó extraño porque cuando desperté al día siguiente, ya era 31 de Octubre, fui a buscar a mí amigo Cris, y otra vez no se encontraba en su casa. No volvió en todo el día, sus padres tampoco. Otro año más sin salir a pedir dulces a mis vecinos, sólo para molestar a los más chicos, para quitarles los dulces. Ya que sólo tenía a Cris para hacer travesuras.

     La señora Holfman quien vive junto a la casa de Cris, y es a mi ver, bastante chismosa, una mañana le contó a mí madre en la cocina de mí casa, casi musitando, pero como tengo buen oído la escuché escondido detrás de la pared, que algunas noches, cuando vienen esas extrañas personas, se sienten ruidos curiosos. Según la señora, hacen rituales con velas y no sé qué cosas más. No pude escuchar mucho porque de pronto llegó mí papá de trabajar y tuve que subir rápidamente a mi cuarto. La vecina se marchó sin poder terminar su tonta historia de terror.

     Después sentí murmurar a mis padres, pero no escuché nada con claridad. Yo no creo nada de lo que diga esa señora. Mí amigo en rituales, eso no.

     Mí padre al parecer le dijo a mi madre que no recibiera más a la señora Holfman, ya que a partir de ese día, cuando la señora venía a mí casa, mí mamá le ponía excusas para no dejarla entrar. Y eso me pareció lo correcto, ya que no me gustaba que hablaran mal de mí amigo y su familia.

     Ya había transcurrido un año, y se acercaba el cumpleaños de Cris, cumpliría 18 el próximo sábado 3 de marzo, siempre lo invitaba a mi casa, porque en su casa sus padres eran muy reservados, pero a mí no me molestaba, porque lo que realmente me importaba era pasar tiempo con mi amigo.