El Detective SHEPARD cumplió con lo dicho a Ángela, nos dejó en paz a Cris y a mí.
Llegó al lugar maldito del bosque, donde ocurrió la gran pelea. Sólo encontraron cenizas de los que fueron demonios, sangre por doquier, pero los restos de licántropos y los de su gran líder, no. Fueron llevados y enterrados en el terreno de la vieja cabaña de Philip.
Se filtró información hacia la prensa, y se llenó de periodistas. Habían forenses, policías, hasta el Alcalde se hizo presente también. De las comparaciones de huellas halladas, surgieron nuevas coincidencias que llevaron la investigación nuevamente hacia la mansión que fue de Lestath.
Ángela anhelaba en su corazón, volver a ver a su hijo, al que de alguna forma siempre protegió desde la distancia. Pero sabía que no sería posible por un largo tiempo más.
Se venían tiempos difíciles para ella. Tenía que enfrentar a un juzgado, los interrogatorios de policías, la prensa, y someterse a la arbitrariedad de prejuicios vanos y carentes de objetividad de parte de la gente, de tantas personas que con su incredulidad e ignorancia, harían de la vida de Ángela, un verdadero infierno. Pero era el costo que estaba dispuesta a pagar por la libertad de su amado hijo.
Cris, por otro lado, nunca la conoció. Sólo supo que era una mujer humilde y desdichada. Pero ahora era consciente que fue quien le salvó su vida y libertad. Y deseaba conocerla, aunque le era sabido que debía esperar el momento oportuno, cuando todo el escándalo de hombres lobos, Vampiros y demonios, se calmara.
El Comisario y el Detective SHEPARD, tenían una testigo que daría fe de todo lo ocurrido, además habían muchas pruebas de ADN de los desaparecidos, y todo estaría conectado con la loca historia, para muchos, de Ángela Bernard.
Ambos investigadores dejaron fuera de semejante telaraña, a los dos chicos que según su informe al juez, habían sido simples víctimas del odio y crueldad de seres siniestros, como fueron Lestath y Lilith.
Fue un caso histórico para la isla, jamás había ocurrido algo tan siniestro y sobrenatural como en ese tiempo. El caso fue armado con la declaración formal de una testigo, la declaración informal de otros y conjeturas, hipótesis...
Creo que más bien, la ansiedad por dar por terminado el caos que provocó, es que el juez decidió cerrar el caso, del cual se desprendían las desapariciones y muertes misteriosas.
En fin, fue un gran alivio para todos, cuando la calma volvió a reinar, se terminaron los homicidios, hasta los robos comunes se redujeron a menos de la mitad. Es que el terror de toda la información que salió en la prensa y las redes sociales, hizo que hasta el ladrón común dejará de robar, o un asesino en potencia controlara sus impulsos.
Hubieron algunos periodistas curiosos por demás, inconformes con el cierre del caso, que deseaban y persistían en conocer a fondo, todos los detalles y encontrar más testigos para desenmarañar la trama completa. Pero les resultaría extremadamente complicado, ya que los vampiros ahora seguían al nuevo Conde, a Cris Evans, y él les ordenó irse lejos, fuera de la vista de los intrusos y fisgones. La mayoría volvió a Transilvania, otros a Alemania y un importante grupo, con nosotros a Bulgaria.
Ángela Bernard, esa pobre mujer, que vivió una vida infeliz desde que sus padres murieron cuando apenas tenía 20 años, después la tragedia de caer en las drogas, sola en el mundo, fue víctima del abuso del hijo del diablo. Le quitaron a su hijo de bebé y nunca lo volvió a ver hasta que la vida se lo permitió, ya siendo él un adulto. Sacrificó la poca libertad que le quedaba, volviéndose la burla de muchos, el asedio y maltrato de otros. Sólo unos pocos se compadecieron de ella, los que pudieron ver más allá de lo que se ve a simple vista.
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LESTATH Y LICAON, ODIO Y AMOR
VampireUna lucha entre dos antiguos rivales, El Conde Lestath y el licántropo Licaón. El destino de la humanidad en manos ensangrentadas por la masacre de inocentes. La intervención de grandes amigos puede apaciguar la maldad desatada. Cómo terminará ésta...