MAGNOLIA COLLINS
Una fiesta íntima y poco llamativa.
Quién diría que yo la Marquesa Collins y la chica con un gusto escandaloso, estaría festejando su boda en un pequeño salón con tan pocos invitados y un sencillo vestido de bodas.
Supongo que en esto me he convertido.
Me miro al espejo una vez más, ahí estoy yo, cabello pelirrojo lo suficientemente corto como para que no me llegue a los hombros, un flequillo corto y alocado que cubre la mitad de mi frente, mis ojos cafés oscuros haciendo contraste con la palidez de mi piel, y lo más importante... mi vestido de novia.
Se supone que cuando eres chica siempre sueñas con conocer al amor de tu vida y casarte con un vestido tan grande como el de una princesa, al menos así era para mí. Luego creces y te encuentras con la realidad.
Mi realidad es esta.
Llevo puesto un vestido blanco simple, tiene el cuello en V y el tul liso cae desde mi cintura hasta los tobillos. Lo único distintivo en él es el bordado de rosas blancas que se encuentran en mi torso.
Es lindo pero sencillo.
Sonrío frente al espejo de cuerpo entero, doy media vuelta y me recuerdo a mí misma que estoy por casarme con el amor de mi vida, con el hombre al que amo y que nada más debe importarme.
¿Debería sentir nervios? Porque no los siento.
Quizás he pasado por tanto que ahora he perdido la costumbre de explotar mis emociones.
Alguien toca a la puerta de la habitación y me interrumpe los pensamientos.
—Adelante —pronuncio.
La puerta se abre y entra papá.
Viste un traje hermoso que lo hace ver muy atractivo.
Entra y nuestras miradas se conectan de inmediato, una sonrisa de emoción se posa en su rostro y puedo sentir como los latidos de mi corazón se alteran.
—Estás hermosa, hija—dice con la voz entrecortada.
Toprak es y siempre será mi mayor debilidad.
—Gracias papá —respondo.
Se acerca y noto sus ojos llenos de lágrimas, me observa con admiración y ese amor de padre con el que siempre me ha mirado.
Él ha sido mi sostén, a pesar de todo, a pesar de no haber elegido el camino que él hubiese querido para mí, sigue aquí. Mi padre está presente en mi boda, en una boda distinta y única.—No te emociones antes de tiempo por favor—pido entre risas.
Sonríe y sus ojos cafés vuelven a mí.
—Eres mi mayor tesoro y quiero que seas feliz, siempre que tú lo estés, yo también—expresa cargado de emociones.
Tomo su mano con fuerza, lo miro a los ojos por unos segundos para luego darle un abrazo largo y emocionante.
—Te amo papá—susurro—. Siempre serás el hombre de mi vida—confieso.
Lo oigo sorbarse la nariz y decido cortar el abrazo. Me separo y quedamos frente a frente, compartiendo miradas.
—Lucifer se pondría celoso si te hubiera escuchado—dice en un tono burlón.
Ambos nos reímos y el tiempo corre. Mi padre mira el reloj en su muñeca, respira hondo y habla.
>>Deberíamos salir—avisa.
Ya es hora.
Asiento con la cabeza y vuelvo a darme un último vistazo. Respiro hondo, levanto el mentón y me preparo mentalmente para salir.
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Nuestro Infierno [#2 Bilogía Infernal] PROCESO LENTO
RomantikA veces amarse no es suficiente. Magnolia y Lucifer decidieron estar juntos hasta que la muerte los separe, sin embargo, la convivencia como marido y mujer los hará poner en juego sus promesas. Fantasmas del pasado regresan para un nuevo tormento. M...