❝Haciéndote mía | [𝐉𝐞𝐨𝐧𝐠𝐓𝐚𝐞]❞

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Me burlé del recuerdo y me volví hacia la salida para finalmente poder irme. 

Pero en el momento exacto en que me di la vuelta, un hombre pasó a mi lado. Y lo que más me molestó fue su perfume masculino pero suave. Un perfume caro que solo conozco un chico que lo usa mucho.

Tengo miedo de volver atrás. Me preocupa que mi suposición sea correcta. 

Él está de regreso y en el mismo lugar que yo en este momento. 

Casi rompí a llorar cuando escuché lindos ladridos. 

Ladridos que quieren llamar la atención. Yeontan siempre hace eso cuando quiere que lo cargue. 

Con el corazón apesadumbrado, corrí hacia la salida. El ladrido de Yeontan se desvaneció hasta que ya no pude escuchar sus llamadas. 

Esto se está complicando. No quiero verlo, pero me rompe el corazón haber ignorado a Yeontan.

Escuché gemidos a mi lado y vi a un Nanan preocupado. Le sonreí y acaricié su cabeza. 

"Estoy bien, Nanan. Volvamos al trabajo". 

Al final, también fue difícil para mí. Estuve distraída todo el tiempo. Ni siquiera podía escribir nada para mi registro diario. 

"¿Sra. Yoo?" Rompí mi trance y me volví hacia un empleado, Dahyun era su nombre. "¿Te sientes bien?" 

Asentí. "Lo siento. Estoy mentalmente agotada." 

Dahyun me quitó el libro de registro y sonrió tanto que casi no puedo ver sus ojos. "No se preocupe, Sra. Yoo. Me di cuenta de que no estaba en sí misma mucho antes, así que tomé los registros por usted. Espero que eso no la ofenda ni nada". 

Me conmovió lo que escuché, así que la abracé. "Awwww, muchas gracias, Dahyun-es decir. Si sigues con el buen trabajo sé que algún día serás ascendida." Le dije.

"Gracias señorita." Ella me devolvió el abrazo. 

Fui al ascensor y presioné el piso superior donde está la oficina de Jin. 

Llamé a la puerta suavemente y entré cuando escuché un débil "Adelante". 

"Oh, Jeongyeon. ¿Qué te trajo aquí?" 

"Me gustaría dejar el trabajo ahora, oppa. Me siento cansada". Admití. Mordí el interior de mi mejilla mientras esperaba ansiosamente la respuesta de mi hermano. 

Segundos más tarde, ya está frente a mí y está comprobando mi temperatura. "Tu temperatura es normal. No estás enferma, ¿pasó algo esta tarde cuando llevaste a Nanan a la clínica?" Preguntó.