𝟏𝟓

1.3K 222 32
                                    

—Broken bubble

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Broken bubble.



—Dime Zoro, ¿te sientes solo?

Si, Roronoa Zoro desde una corta edad se sintió solo, desde una corta edad sintió que no pertenecía a ningún lugar y por ello formo una burbuja alrededor suyo, Roronoa Zoro se sentía realmente solo.

. . .

Roronoa Zoro es un muchacho nacido en Nara, Japón; fue un niño tranquilo e incluso risueño, recuerda su madre era alguien buena en la alfarería y su padre era un maestro de un pequeño dojo de kendo, aunque también llego a tener ciertas peleas en las que ganaba aquellas cosas circulares.

Con tan solo cinco años perdió a sus padres y quedo solo por un corto tiempo, no sabía si tenía otros familiares, algún tío, algún abuelo, nada. Así que termino bajo el cuidado de un viejo amigo de su padre, Koushiro, con quien termino mudándose a Kioto.

A pesar de que le hicieron sentir cómodo, nunca sintió que aquella casa fuese un lugar para él, a pesar de que de vez en cuando jugaba con Kuina, aquel sentimiento no lo abandonaba.

Paso un año y medio conviviendo con ellos, compartiendo tiempo de juegos con Kuina y luego cortos pero divertidos entrenamientos de kendo por parte de Koushiro, y fue en el primer entrenamiento que supo que deseaba continuar con aquello, deseaba seguir entrenando; y así fue, pero había veces en las que Kuina no siempre podía entrenar con él, pues a pesar de todo, esta tenía su burbuja, una burbuja que compartían con sus amigos, y al principio le molesto, le enojo ser dejado de lado.

Y en una de esas tardes en las que Kuina salió a jugar con sus amigos, el salió de casa, camino por las calles sin importarle realmente el camino que estaba tomando, tan solo quería estar solo.

Y así fue como termino en aquella casa que parecía abandona, entrenando cada día por el atardecer en aquel patio, siempre volvía a la hora de la cena y siempre daba una excusa hacia los padres de Kuina e incluso a esta le mentía, él había formado su burbuja, y no deseaba que entrasen en ella o la rompiesen.

Nunca espero que una de sus tardes, las cosas cambiarían y alguien por error entraría a su burbuja.

Concentrado y tranquilo, golpeaba el aire de arriba abajo, movía sus pies e incluso daba medias vueltas para seguir golpeando el aire, se detuvo abruptamente al escuchar aquella reja de madera rechinar. Alzo su rostro y vio ahí de pie a un hombre joven de cabellera negra y ojos dorados, este le miraba con una ceja alzada.

—¿Sabes que es de mala educación estar dentro de una casa ajena? Aún si es tan solo el patio, jovencito.

Dracule Mihawk, ese era el nombre de aquel hombre, nombre que supo con el pasar de las semanas, sabía que no era correcto convivir con un hombre desconocido, pero la primera vez que le vio, este le ignoro por completo y tan solo le dijo «La próxima vez que vengas, avisa». Y sin importarle que, cada día volvía y antes de entrar al jardín echaba un grito «Estoy aquí» y aun si no obtenía una respuesta, entraba y seguía entrenando.

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora