Luctus [Bajifuyu]

No llores

Wuuuuuu viniendo del fandom de BNHA después de jurar que no me metería a escribir a otro fandom y aquí andamos XD

Nomás unas cositas, yo no he leído ni chota del manga porque básicamente me es incómodo leer desde cel y ando esperando a que Panini se digne a traerlo :') eso si, me la vivo de spoilers y de gente que me resume partes de la historia así que tan perdida no estoy (creo) XD pero lo digo porque si subo mas historias es muy posible que existan detallitos que omita sin querer. 

Y la otra cosa es: preparen los pañuelos que vengo lista con mi angst uwu que de hecho es gracioso porque según yo me dije, estos niños ya sufrieron mucho debería escribir puro fluff y pues valió pito amixes porque escuché estas canciones y enserio que pensé en la tragedia de estos dos y ya que hoy es un hecho que Baji no sale vivo, pues... que la lloradita sea mas amena. Esto lo hice mas que nada porque veo que comentan mucho que lo que pasó después del Bloody Halloween no fue mostrado así que haré mi pequeña versión de que pudo pasar pero centrándome en Chifu (obvio con toques para hacer notar la ship) así que... esperemos que ni yo llore mientras escribo ni ustedes cuando lean :'D

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El silencio y el inmenso frío del lugar envolvían sus sentidos, su mirada inexpresiva permanecía pegada al suelo, incluso su parche se sentía completamente húmedo tras las largas horas que estuvo llorando desconsolado. Aún podía sentirse en el lugar donde todo había pasado y jurar que aún sentía ese cuerpo sostenido con gran fuerza en sus brazos, incluso se maldijo por haberse dejado llevar casi a rastras por alguno de sus amigos y abandonar en ese horrible lugar a la persona que mas adoraba en el mundo ¡no! él debió quedarse a lado de su cuerpo hasta que alguna ambulancia llegara ¿que mierda importaba si la policía lo creía culpable? cualquier cosa le hubiera dado igual mientras hubiese podido quedarse un poco mas de tiempo con él.

Ni siquiera se molestó en alzar la mirada para ver al maldito de Kazutora, su vista quedó fija en el inmóvil cuerpo de su preciado Baji-san, ¿porque todo tuvo que terminar así? no era justo. Quería gritar hasta que su voz no pudiera salir, golpear cualquier cosa que tuviera enfrente... quería creer con todas sus malditas fuerzas que eso era una pesadilla y en cualquier momento despertaría pero no fue así, los minutos cruelmente fueron avanzando como dagas atravesando su pecho.

Y sin embargo eso aún no era el punto cumbre en cuanto a dolor, no, mas allá de su propio dolor y el de sus compañeros ninguno se igualó a los gritos desgarradores de una madre que había perdido a su único hijo, mismo que casi de forma cruel y burlesca alguna vez dijo que no deseaba hacerla llorar. En algún punto alguno de los chicos tendría que dar la cara y darle un mejor contexto de aquella pelea donde su hijo se quitó la vida pero verla en tan mal estado hacía que solo pudiera bajar la mirada y lamentarse por no haber hecho alguna cosa diferente.

Y en cambio, si aún tuviera a su adorado Baji-san frente a él le gustaría decir tantas cosas, desde millones de disculpas por no haber podido salvarlo hasta lo mucho que su amistad había significado para él, de todas esos sentimientos nuevos que comenzaba a provocarle e incluso decirle que pese a la tremenda paliza que le propinó él nunca dudó de su lealtad y que por el contrario confiaba plenamente en lo que fuera que estuviera planeando, dios, tantas palabras atrapadas casi de manera mortal en su garganta y ninguna podía salir dejando en su lugar un fuerte sollozo.

¿Qué iban a ser de esos sueños que alguna vez platicaron en las escaleras del edificio? ¿de esa posibilidad de dejar las pandillas y tener una vida mas tranquila juntos? ni hablar de la naciente posibilidad que había comenzado a surgir sobre su relación, no, ya nada de eso existía ni existiría jamás pues todo se había disuelto cual cenizas.

Se dejó caer al suelo y cubrió su rostro con ambas manos, todo su cuerpo temblaba y su corazón parecía que en cualquier momento dejaría de latir ante todo lo sucedido, en su uniforme quedaban rastros de la sangre ajena y de no ser porque este era obscuro ya hubiera llamado la atención aquel aspecto tan sanguinolento. ¿Así se sentía perder una parte de tu alma y corazón? ¿haciéndote desear la propia muerte pero que esta no llegue y el dolor solo consuma tu ser? vaya porquería...