Capítulo 28

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-Dios mío qué idiota soy,-Dije mientras miraba en el bolso donde demonios había metido las llaver.-Aquí están.

En ese momento escuché el sonido de mi teléfono, unos números que no conocía aparecían en la pantalla. Descolgué.

-¿Sí?-Dije colgando mi bolso de nuevo para abrir la puerta.

-Que bonita voz.-Me quedé helada, esa voz era de él, David.-Te has quedado paralizada, vamos entra en casa, parece que va a llover pronto.

El corazón me bombeaba con rapidez, sentí calor y mucho frío a la vez recorrer mi cuerpo. Miré hacia atrás asustada. La calle parecía normal, no había ningún coche diferente, ni podía verlo. La señora Smith, la vecina de unas casa más a la derecha salía con su perro a pasear y sólo pasaban algunos coches.

-Oh Phoenix, te he echado tanto de menos. Esa ropa negra con el escudo del restaurante de más abajo te queda tan bien...

Colgué al fin reaccionando y entré a casa con manos temblorosas. ¿Cómo demonios me había encontrado? Y ¿Cómo consiguió mi número de teléfono? No sabía exactamente qué hacía pero temblaba y lloraba a la misma vez. Subí a la habitación y me senté en la cama, no paraba de temblar. Mis pensamientos se dirigieron a Harry, llamé pero nada. El aire me faltaba y cuando escuché el timbre de la puerta dí un salto y me puse aún más nerviosa. Bajé a la planta de abajo y me asomé con sigilo a la ventana...era Gemma. Corrí hasta la puerta y abrí tirando de su brazo.

-¿Qué te pasa? Oh dios Phoenix, ¿Estás llorando?

No pude hablar hasta que no pasaron unos minutos donde ella me trajo un vaso de agua e intentó tranquilizarme. Una vez pude hablar insistió en que me fuera con ella a Manchester unos días, si perdía el trabajo no debía de preocuparme, ella hablaría con George sin decirle la verdad.

Fuimos en mi coche mientras ella conducía yo no paraba de mirar por el retrovisor por si algún coche nos seguía. Llegamos a un sótano donde Gemma dejó el coche y subimos en el ascensor a las cuarta planta.

-Phoenix vamos a pedir algo de comer.

-No...-No podía comer nada.

-Tenemos que comer algo y no me lo vas a negar. ¿Has hablado con Harry?

Oh dios, Harry. Le había llamado pero él no contestó. Negué con la cabeza y Gemma cogió su móvil y le llamó. Escuché su voz en la lejanía y empecé a llorar de nuevo. Quería abrazarle con todas mis fuerzas y sentir que nada iba a pasar, él sabía cómo tranquilizarme.

Cuando Gemma colgó me miró preocupada para volver a abrazarme.

-Tranquila, Harry vendrá cuanto antes. No te preocupes, no va a pasar nada.

Me di una ducha por petición de Gemma para así poder tranquilizarme un poco. El agua caliente consiguió ese efecto. Me puse algo de mi poca ropa que había traído y al mirarme al espejo tenía mala cara, blanca, ojeras, ojos rojos...era un desastre. Salí del baño, una pizza estaba ya en la mesa. Sólo le di un par de mordiscos a mi trozo de pizza, Gemma me miraba preocupada. Me tumbé en el sofá mientras ella miraba algunas cosas en su ordenador portátil. No sé en qué momento me quedé dormida.

Don't forget where you belong || Harry Styles ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora