𝓮𝓹𝓲́𝓵𝓸𝓰𝓸

584 59 5
                                    

                                                   Kang Hyewon

La imagen de mi esposa alimentando a nuestro pequeño bebé de seis meses nunca la sacaría de mi cabeza y mucho menos al ver como Felix derramaba toda su papilla de frutas en el rostro de Eunbi. 

Tuve que contener mi risa de lo contrario Eunbi terminaría ensuciándome igual, aunque no me importaba, esa clase de cosas eran las que siempre había querido hacer con mi familia. 

Con ellos todo era maravilloso, amaba consentirlos y hacerlos reír, ellos eran mi felicidad, cada día lo comprobaba. Cuando me despertaba con ellos sobre mi dejando pequeños besos en todo mi rostro o cuando me daban un pequeño beso en la mejilla cuando estaba por irme a trabajar, o cuando regresaba a casa y me recibían con un cálido abrazo que hacía que mi corazón se sintiera cálido. 

Daría todo por mi pequeña familia. 

—¿Por qué nos miras tanto Hyewonnie? ¿Tengo algo en el rostro? —Preguntó Eunbi con una dulce sonrisa. 

Yo negué divertida y me acerqué a ellos.

—Solo pienso en lo mucho que los amo. —Dije haciendo que Eunbi se sonrojara y siguiera alimentando a Felix.

¿Más bebés? 

—Sé que Felix aún no cumple su primer año, pero yo quiero tener muchos bebés contigo. —Soltó dulcemente lanzándome una mirada coqueta. 

Ya sabía a donde iba todo esto.

—Que pervertida. —Dije cubriendo los oídos de Felix. 

Mi angelito aún no tenía edad para escuchar tales palabras. 

—¡No soy una pervertida! Tú lo eres. 

—Lo sé, olvidas que te lo confirmo cada día, —Contesté apartando mis manos de las orejitas de Felix, quien ni siquiera se inmuto solo siguió comiendo.

Era una pequeña bolita de arroz. Tan adorable.

—Olvida lo que dije. 

Eunbi bajó su mirada, haciéndome sentir un poco mal, era obvio que quería tener más bebés al igual que ella, pero al menos deberíamos esperar a que nuestro pequeño comience a hablar y a caminar.

—Quizás cuando Felix tenga más edad. 

Eunbi levantó su mirada emocionada. Amaba el brillo de sus ojos, pero más amaba ser la causante de ese brillo.

—Pero ¿si quieres? 

—Por supuesto que sí. —Dije sosteniendo sus manos— No me cansaría de darte hijos Eun.

Esta vez fue ella quien cubrió las orejitas de nuestro bebé.

—Pervertida. —Musitó.

—Deberíamos dejar de decir esas palabras, por el bien de las orejitas de Felix. —Bromeé acariciando los oscuros cabellos de mi bebé.

Pasamos toda la tarde juntos creando lindos y divertidos recuerdos. Porque cada pequeño momento con mi familia quedaría atesorada por siempre en mi corazón.











Gracias por leer conmigo esta pequeña historia :"3💜


Este libro tendrá una segunda parte o temporada con el Kangbi de madres de lindos bebitos.

Le preguntaré  su autora original si me permite hacer la segunda parte de la historia, recemos porque me deje.

𝐁𝐀𝐁𝐘 ᴵ ☇ kangbiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora