Capitulo 1.

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— ¿En serio es necesario, Abuela Tsunade?— Pregunto el rubio, con una expresión de notable incomodidad y desacuerdo ante la decisión que la mujer había tomado.

Sasuke Uchiha, a quien todos en la aldea veían como un traidor, y quién había cumplido sus 17 años recientemente, había sido encarcelado. Estaba en una celda de alta seguridad, con varios ninjas custodiandolo.

Más encima, según lo que Kakashi le había comentado, estaba en una camisa de fuerza, además con fuertes cinturones para evitar sus movimientos, y por encima de todo, una venda en los ojos, una especial claro, para evitar que usará el Mangekyo Sharingan o cualquier otro jutsu que pudiera ayudarle a escapar.

De más estaba decir que Naruto no estaba de acuerdo con esto. Luego de tanto tiempo traía a Sasuke a la aldea, cumpliendo porfín su promesa a Sakura, y sin embargo...

Bueno, siendo justos, tenía sentido, Sasuke era un "traidor", pero para él, que sabía en cierta medida las razones de sus acciones, esto era demasiado.

— Naruto, te lo he dicho, no cambiaré mi decisión. Además, será solo por un año, pero necesitamos mantenerlo cautivó y que reciba un castigó, o la gente de la aldea jamás se calmara, Sasuke es visto como un traidor. Además puede tener información útil, hay que interrogarlo.— Explicó ella por quinta vez esa semana.

Tsunade era consciente de que si seguían así, Naruto vendría diario durante todo el año. Pensando en eso, se le ocurrió algó, y miró brevemente el calendario.

— Bien, hoy es sábado. Te propongo un trato, si prometes no volver a venir aquí.— Dijo ella, llevando la mano a su cien con evidente fastidio.

Naruto asintió, expectante.

— Bien, entonces...todos los sábados puedes ir a verlo. Te dejare entrar a su celda y pasar tiempo a solas con el, un par de horas cada sábado, talvez tres o cuatro... Si prometes no desatarlo, ni quitarle la venda de sus ojos, el no debe salir. ¿Hecho? Naturalmente, habrá guardias cerca... —

Naruto asintió suavemente, viendo esa cómo una valiosa oportunidad. Es decir, tampoco tenía otra opción, y al menos... Podría verlo.
Satisfecho, mostró una gran sonrisa, para así salir corriendo del despacho y dirigirse hacia la prisión, que estaba algo alejada del centro de Konoha. Bastante de hecho. De todas formas, tampoco tardó tanto en llegar.

Más pronto que tarde, estaba caminando por aquellos oscuros pasillos del primer nivel de la prisión. Aquí solo habían celdas con criminales "no importantes", ladrones en su mayoría.
Así, descendieron por las escaleras hasta llegar al último nivel, dónde se veía la seguridad realmente más alta de cada celda, e incluso se notaba el hecho de que había quizás el triple de guardias a comparación de los niveles superiores.

Finalmente, se detuvo justo frente a la que era su celda...

Egoísta. (Narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora