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~•🦋•~

Domingo por la madrugada, el móvil sonaba con insistencia.

El azabache bufó fastidiado, llevaba ya varios minutos intentando ignorar el insistente sonido de su móvil, pero ya le era imposible.

¿Quién lo llamaba con tanta insistencia a esas horas?

Posó su mirada color onix en la pantalla y una mueca se formó en sus labios al notar que se trataba de un número completamente desconocido. Las ganas de ignorarlo se apoderaban nuevamente de él, sin embargo, debía de ser algo importante para que lo llamasen con tanta insistencia.

Bufó nuevamente antes de contestar y poner el móvil en su oído.

¡Ki-Kiba, al fin...! era una suave voz femenina, la cual se notaba quebrada, seguramente había estado llorando  – ya e-estaba desesperada...creí que t-tú...

– disculpa, pero ¿Quién habla? – cuestionó el azabache con sutil molestia

N-no eres Kiba, ¿Verdad?

no, no lo soy...conozco a un Kiba, pero dudo que hablemos de la misma persona

c-como lo siento...se disculpó entre sollozos - soy una t-tonta, lamento mucho la molestia...

El azabache no sabía que decir, era notorio que aquella chica, quien sea que fuera, no se encontraba para nada bien. Y aunque le molestaba que hubieran interrumpido su descanso, él no creía en las casualidades, quizá y sólo quizá él podría ayudarla.

– ¿Todo en orden?

Un sollozo se escuchó del otro lado de la línea.

Sasuke Uchiha jamás se había caracterizado por ser alguien amable ni mucho menos empático, sin embargo, por alguna extraña razón era incapaz de colgar aquella llamada, sentía que debía hacer algo por aquella desconocida.

Dirigió su vista hacia el ventanal y caminó hacia él, mientras su mirada permanecía en aquella despejada noche. Sonrió.

– ¿Ya viste la luna? – preguntó

– ¿Eh? – respondió confundida

– que si ya viste la luna, no suelo ser muy abierto con las personas pero, te confesaré algo...– dijo haciendo una pausa, esperando que quizá aquella desconocida respondiera, sin embargo no sucedió – amo las noches de luna llena, cuando era pequeño creía que era mi faro, que era la luz que me guiaría en mi oscuro camino...– hizo otra pausa, sin embargo la respuesta fue la misma – ¿Me crees un tonto?

– ¿Po-por qué lo serías?

– te haré otra confesión... – dijo sin responder aquella pregunta. Soltó un suspiro antes de continuar – vengo de una familia un tanto compleja, mi padre es muy estricto y severo, mi madre es un ángel y mi hermano mayor es perfecto...– suspiró nuevamente – siempre he vivido a la sombra de mi perfecto hermano, siendo comparado con él en cada cosa que digo o hago, decidí ser todo lo opuesto creyendo que así dejarían de compararnos pero sólo terminé convirtiéndome en alguien frío y apático...mi vida es oscura como una noche sin estrellas ni luna...pero cuando miró hacia fuera y veo la luna, siento que ella me ilumina, me da esperanzas...que no todo está perdido y que puedo ser mejor – soltó una pequeña risita– cuando pequeño creía que podía casarme con la luna. Ridículo, ¿Verdad?

Oyó una pequeña carcajada del otro lado. Sonrió al escucharla, era la primera vez que escuchaba a una chica reír con sinceridad cuando él contaba algo. Estaba acostumbrado a que las chicas fingieran estar divertidas a su lado sólo para llamar su atención.

– tienes una linda risa – confesó algo ruborizado

– para s-ser alguien que no se a-abre fácilmente con otros, has sido bastante abierto co-conmigo...¿Por qué?

– no lo sé, supongo que al no saber quién y eres y que tú no sepas quién soy me ha hecho ser un poco más abierto...no quisiera sonar engreído, pero la mayoría de las chicas que conozco fingen interés en lo que digo sólo por ser yo...

Otra pequeña risita se escuchó por parte de ella.

– s-si, sonó muy engreído – dijo con diversión y luego soltó un suspiro – qui-quizá es más fácil hablar ciertas cosas con desconocidos...después de todo, así no pueden juzgarte porque no te conocen...y respondiendo a tu primera pregunta...si, ví la luna...de hecho...– soltó otra pequeña risita – la estoy observando justo ahora...

El azabache sonrió mientras desde su ventanal también la observaba.

– e-es extraño mirar la luna co-con un desconocido...– dijo con algo de diversión – gra-gracias...has logrado que me sienta mejor...

– de nada – dijo él sin borra la sonrisa de sus labios

– para ser alguien que se considera frío y apático has sido m-muy amable conmigo. Te lo agradezco mucho...

El azabache sintió una extraña sensación en su pecho, era la primera vez que lograba tener una conversación tan profunda con una chica y eso lo hacía sentir agradablemente extraño.

– y-ya es algo tarde...

El azabache checó la hora en su reloj y asintió.

– lo es, tal vez deberías descansar...– dijo él no tan convencido de colgar – por cierto, soy Sasuke

– Hi-Hinata...

– descansa, Hinata

– descansa, Sasuke...

Una vez colgó la llamada, observó la pantalla de su móvil unos segundos antes de registrar el número y sonreír.

Dejó el móvil en el velador junto a su cama, se acomodó y cerró sus ojos, mientras la sonrisa permanecía en sus labios. Jamás creyó que una llamada inesperada en la madrugada podría haberlo puesto de tan buen humor.

– Hinata...– susurró antes de quedarse profundamente dormido

~•🦋•~

Hola!
Tenía esta historia en borradores hace bastante tiempo y no quería subirla aún pues sólo tengo dos capítulos escritos y quería terminar mis Sasuhina pendientes antes de subirla.

Pero ya no me pude resistir, así que he aquí este nuevo Sasuhina para ustedes💕💕

El Chico De Los Mensajes (Sasuhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora