Oliver & Alisha

Alisha se había levantado ese día con una alegría inmensa. Su madre le había preparado brownies con chocolate y había llegado -por primera vez en los tres cursos- temprano. Nadie se había metido con ella por llevar, como siempre, las medias rosadas tejidas hasta por encima de las rodillas. Tampoco por sus dos coletas y su vestido amarillo pastel. Por primera vez nadie se fijaba en ella. Haber, no lo hacían porque su cabello castaño tuviera distintas tonalidades y fuera único o porque era mucho más altas que las porristas de su escuela, sino por su extraña forma de vestir. Total, si se fijaban en ella era para burlarse.

Ese día la señorita Martin, profesora de biología, no la había mirado en los cuarenta y cinco minutos de clase. Tampoco lo había hecho el señor Morgan, el profesor de Matemática. Su mejor amiga Tessa la había arrastrado por media escuela orgullosa de la vestimenta de su amiga. Sino fuera porque Cassie, la líder de las porristas oxigenadas, la había mirado mal hubiera pensado que estaba en un mundo paralelo.

Porque sus días no eran así, más bien todo lo contrario.

****

Oliver se había levantado con una terrible idea en la cabeza. Bueno, terrible terrible, de lo que se dice en el diccionario de la Lengua Española, no lo era. Pero era algo arriesgado y que posiblemente saliera mal. Cuando puso un pie en la escuela se arrepintió, porque todos lo miraban como siempre. Él no supo si era por su camisa azul con el logo de Queen, o si era por el nuevo pantalón de tiro bajo que dejaba a la vista el elástico de sus calzoncillos. O si era, simplemente, porque seguía siendo el chico popular al cual todos idolatraban ya que era el más inteligente.

Allí estaba ella de nuevo, la semana pasada había traído overalls con solo un top por debajo y botas militares con cordones fosforescentes. Ahora andaba vestida como una niña tierna de ocho años. Sí, la chica era jodidamente extraña. Pero a los ojos de Oliver, su belleza era única. Estaba seguro de que Cassie no se vestiría así porque la hacía ver vulgar. Porque para Cassie vestirse con una mini falda de vuelos y una blusa escotada era vestirse a la moda y estar decente.

Su primera clase fue biología, y como siempre, se sentó detrás de ella. El chico juraba que podía oler su perfume de violetas desde su asiento. En el resto de las clases que no compartía con ella solo se limitó a prestar un cincuenta por ciento de su atención a los profesores y el otro cincuenta por ciento a dibujar a aquella chica de ojos verdes, cabello hermoso y moda extraña que tanto le gustaba.

Porque sí, el mundo de Oliver era ordenado, pero solo porque Alisha estaba en él.

****

¡¡ Mi primera historia!! Espero que les guste. (#^.^#)