Hidden Gomery |+18|

Capítulo tres

                           SATÉN NEGRO

Prisma ha logrado convencerme de ir con Sophie y ella al centro comercial de la ciudad.

Quisiera decir que no lo he pensado, pero a quién voy a engañar, necesito tener una muy muy larga conversación con el misterioso chico mofeta que ahora ¿me persigue?

-¿A dónde vamos primero?- pregunta Sophie medio animada mientras cruzamos las tres la entrada del establecimiento.

Según Prisma, Sophie y Kevin han peleado y por eso es que me ha llamado para hacer un plan y que se distraiga.

Ella me parece una chica muy dulce y tímida, cosa que me sorprendió cuando vi que Kevin es básicamente todo lo contrario.

Como yo no he estado aquí todavía, dejo que mi mejor amiga nos guíe a través de las tiendas y cafeterías hasta que me paro delante de una tienda.

-¡Es precioso!- exclamo como toda cría al ver un vestido negro en el maniquí del escaparate que me llama la atención.

-Oh dios, tú vas a entrar ahora mismo a probarte eso y vas a desfilar para nosotras, perra- Sophie en confianza es lo mejor que existe en esta vida .

-¿Creéis que es bonito?- pregunto dudosa.

-Lo que creo es que Mike se va a quedar sin palabras si te ve con ese vestido tan sexy esta noche cuando os veáis- reímos por lo que suelta Prisma- hoy mojas ,Em y yo hoy duermo solita en el apartamento- dice afectada falsamente.

Eso me basta para que la peli negra, la rubia y yo entremos a la tienda y pueda pedirle a la dependienta que me deje probármelo.

Cuándo estoy delante del espejo no puedo evitar pensar que me queda espectacular.

El vestido es de satén negro y se ajusta a mi cuerpo realzando todas mis curvas. Me llega a una palmo de las rodillas pero lo que le hace resaltar es el corte que deja descubierto mi muslo izquierdo.

-Ya salgo- grito desde el probador para que las chicas se acerquen a dar su opinión.

-Pareces toda una diosa con ese vestido- sonrío ante los elogios de mi amiga y dirijo la mirada hacia Sophie.

-Estás preciosa, Em, debes llevártelo si o si.

Acabo llevándome el dichoso vestido porque si no ellas me iban a arrastrar con él.

He de decir que estoy obsesionada con la prenda y no paro de imaginarme cómo reaccionará Mike cuando me vea con ella hoy en la noche.

Hemos parado para tomar un café en un Starbucks de el centro comercial después de pasar por tres tiendas más porque aquí, mi querida Prisma, es la persona más indecisa de este mundo.

-Suéltalo, amiga, nosotras te escuchamos- digo acompañándolo con una sonrisa tranquilizante que ayuda a Sophie a relajarse.

Prisma y yo estamos expectantes a que nos cuente qué es lo que ha pasado con Kevin y por qué llevan toda la semana sin hablar.

También necesitamos nuestra dosis de chisme diaria que es por y para lo que vivimos.

-Kevin y yo discutimos hace tres días en mi casa cuando hablé con él sobre que me iba a ir de mi apartamento a uno más grande y podríamos dar un paso más en nuestra relación viviendo juntos- su carita me dice que no salió muy bien la cosa.