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Capítulo 11: La hija de Jeongyeon

Hace pocos días se dio a conocer la relación amorosa entre Roseanne Park, la heredera de las industrias Park y Jennie Kim, hija de un magnate italiano. La noticia nos sorprendió a muchos ya que Park no ha presentado a ninguna pareja frente al ojo público, esperamos encontrarnos con la nueva pareja mañana en la fabulosa fiesta que ofrecerá la cantante Madonna por su cumpleaños donde estarán grandes empresarios, cantantes y modelos muy importantes en la industria.

-¡Estoy jodida, Mason! -exclamé en cuanto el televisor se apagó.-

-No es tan grave, Jennie. -dijo mi suegro falso con calma.-

-¿Ah no? "Jennie Kim hija de un magnate italiano y novia de Roseanne Park irán a la fiesta más grande del mundo". -recité asustada.- ¡Mi padre es un pescador, Mason! No sé cómo comportarme frente a estas personas. -coloqué mis manos en mi cabeza asustada.-

-Tranquila, Jennie. No es la gran cosa, solamente debes escoger un buen traje y con eso te ganaste a la prensa.

-¿Cómo sabes que debo usar un traje? -pregunté algo extrañada.-

-Debes dejar de usar pantalones tan apretados. -me palmeó la espalda y se levantó.- Yo te conseguiré un grandioso traje, Jennie. Puedes retirarte.- Mason me sonrió y me dio la mano mientras me levantaba para irme.-

Cuando salí de la oficina de mi suegro falso me sentí observada y cuando giré unos lindos ojos color café me estaban mirando. Me agaché a la altura de la menor de los Park y ella sonrió con confianza acercándose a mi.

-Eres Jennie ¿no? -preguntó la pequeña con una sonrisa.-

-Así es, ¿tú eres Alice? -levanté una ceja y ella asintió feliz.-

-Tienes unos ojos muy lindos, Jennie. -comentó mirándome de cerca.-

-Mi padre dice que son como el mar de Maratea. Mi madre en cambio, dice que son color violeta. -Sonreí recordando aquellas discusiones entre mis padres.-

-¿Qué es Maratea?

-Es la ciudad en la que nací, está en Italia.

-¿Sabes Italiano? -abrió sus ojos impresionada.-

- Esatto, piccola principessa.

-¡Wou! ¿Qué me dijiste? -empezó a dar saltitos con emoción.-

-Dije: "Exacto, pequeña princesa". -contesté sonriendo.-

-¡Eres asombrosa, Jennie! ¿Cuándo vengas a casa puedes enseñarme a hablar italiano? -preguntó agitando sus líneas pestañas.-

-Claro que sí, Ali. -acepté recibiendo un emocionado abrazo de su parte.-

-¿Alice? -escuchamos una voz que nos hizo romper el abrazo.-

-¡Pasta! Jennie va a enseñarme italiano. -dijo feliz la niña corriendo a los brazos de su hermana mayor.-

-¡Eso es fantástico, Ali! -exclamó Roseanne mirándome con una pequeña sonrisa.-

-Y como ustedes van a casarse, tendré mucho tiempo para aprender.

Roseanne y yo abrimos los ojos hasta que nos ardieron.

-¡Wou! Alto ahí loca, no podemos hablar de matrimonio, el contrato solo es por un año. -aclaré mirando como Roseanne asentía.-

-¡Oh! Bueno, un año es suficiente. -dijo igual de feliz.-

-¿Si eres buena maestra, Kim? -dijo Roseanne con una sonrisa.-

-¡Pffff! Jisoo aprendió a ligar con chicas gracias a mis enseñanzas, no puede haber mejor maestra que yo. -contesté con falsa arrogancia.-