Ambos chicos se sentaron inmóviles, respetando el bullicio de su entorno sin atreverse a sumarse a él.
¿Cuántos años que no se habían visto? El joven cazador de demonios trato de hacer memoria sin mucho éxito ¿Debería sentirse enfadado porque la cantidad de tiempo fuera tal que ni podía encontrar la cantidad exacta por mucho que se lo proponía?
-¿Que tal le van las cosas a Morax?
Al fin el bardo se atrevió a dar el primer paso para un posible acercamiento entre ambos. El joven se sentía incómodo, notaba forzada la conversación y, por mucho que desease aparentar la normalidad y tranquilidad que quería trasmitir Venti, el no era como él. El no podía simplemente dejar de lado un conflicto y seguir hablando fingiendo que nada había pasado.
-¿No deberías más bien explicarme donde demonios has estado todo este tiempo?
Un grito de un niño añadió un brinco más a su corazón del mismo modo que la expresión sombría del chico de trenzas respondía a su pregunta de forma silenciosa. Odiaba ser tan directo con él, tan frío ¿Pero es que acaso había hecho algo tan terrible para merecer se ese vacío injustificable? ¿Por qué en todo este tiempo no se había molestado en volver a aparecer ante el con todo lo que había sufrido su ausencia? Más que Dvalin. Más que Mondstat incluso.
-Ocurrieron... Cosas... - dijo él melancólico observando como la madre ahora reprendia al pequeño de antes por armar escándalo de manera abrupta.
Xiao, aunque no lo quisiera admitir, sabía de que estaba hablando. El fantasma de sus pasados siempre los acosarian, era un fin inevitable para ambos. Pero mientras Xiao se había levantado para seguir con su vida a pesar de todo, y más aún bajo la premisa de una vida más o menos amena al lado de él como tanto habían soñado, Venti había decidido escapar cada vez que su alma afligida notaba el peso de las cadenas de sus errors al cuello. Ahogandolo, undiendolo en el agua. Por mucho que quisiera salir de ahí jamás lo conseguía y siempre se hundía más y más... El que había salvado a tantos mortales y no podía hacer lo mismo por auquel con el que, en algún punto, había fantaseado con viajar por el mundo en busca de un nuevo hogar y lejos de todo el drama que los perseguía como una sombra acosadora.
-Esas cosas que dices son él ¿No? Aquel chico que mencionaste...
No pudo evitar escupe esto último con rabia, sentía celos de un muerto. Irónico ¿No? Sentirse amenazado por un fantasma que parecía que a parte de atormentar al dios del viento también lo atormentaria a él... Como si no tuviera suficientes fantasmas a los que atender. Se mordió el labio esperando la confirmación que ya sabía que recibiría. Sin embargo eso no llegó, en su lugar el silencio volvió a juguetear cruelmente con ellos, como si no quisiera que la conversación fluyese de una buena vez.
-Son demasiadas cosas... Pero tu tampoco estás como para tratar de repararme como si fuera un muñeco roto... No tienes por qué cargar conmigo
Xiao no pudo controlar el siguiente impulso y, lo último que supo, es que estaba agarrandolo por la camisa, temblando de rabia contenida y mirándolo fijamente a los ojos como si pudiera ver su alma a través de ellos.
-¿No te das de cuenta de que no era un muñeco roto? No es que me dieras pena o me viera reflejado en ti o que esperara curarte Barbatos.- sorprendido de haberlo llamado así otra vez como antaño, solo continuó- yo te amaba... Como no tienes ni idea... ¿Acaso solo era yo?
El otro chico estaba asustado, podía notarlo en el ritmo de su corazón y en el baile de sus ojos esperando, quizás, alguna respuesta hostil que seguramente pensaba que merecia. Aún así, a pesar de temblar le de manera incontrolable el labio inferior, pudo contestar a la demanda del yashka.
-Yo... Te ame... Pero sabes que jamás podré darte lo que esperas, jamás totalmente.
Ya está, esa era la respuesta que buscaba. Quizás no quería escucharlo y seguirse engañando un poco más pero la confirmación de que solo era un segundo plato fue demasiado para él. Lo libero de su fuerte agarre.
-Lo... Lo siento...
Ya no quería escuchar su voz, solo le quemaba en las venas como veneno puro recorriendolas con fiereza.
"Esto es solo una pesadilla. Pronto despertaré otra vez."
Se repitió como un réquiem mientras apretaba los puños con rabia esperando que el dolor físico le trajera algo de calma para poder pensar con claridad. Intentaba recomponerse de todas formas, al fin y al cabo el tenia su dignidad y su posición... No podía simplemente dejar que los sentimientos de apoderasen de él.
Se levantó decidido, aunque con una sensación de ensoñación estúpida como si estuviera aturdido.
Si acaso esto era un sueño... ¿Por qué es que dolía tanto y quemaba hasta las cenizas su corazón?
-¿Tan borracho estabas que no se te ocurrió pensar en las consecuencias de tus actos hasta ahora? ¿O es que pensaste que sería divertido salvar a un cachorrito lastimado?
Venti soltó un gritito, casi parecía que una espada había atravesado su pecho con estas últimas palabras como puñales.
-Ambos necesitábamos cariño... Yo... No no lo pensé...
Esas excusas eran tan baratas para alguien que había apostado todo lo que tenía a una única carta, una última carta que ahora hacia sentir como se le caia el alma a los pies.
-Solo es estúpido... Egoísta el pensar que podría ser el único en tu corazón ¿Quizás una bella mentira? No lo sé, no sé qué pasaba por mi cabeza al pensar que lo que yo sentía era correspondido cuando solo fui un consuelo para ti.
-Déjame arreglarlo... Puedo arreglarlo...-suplicó el de forma lastimera-. No puedo olvidarme de él por más que te gustaría, no puedo borrarlo de mi pasado porque ese sufrimiento forma parte de mi yo actual. Si me amas de verdad, si me amas como dices... Solo dame una oportunidad de arreglar este estropicio.
¿Que tan bajo podría caer si dejara que volviera a su vida como un torbellino a pesar del daño que le había dicho? Por más que le doliera sabía que estaba bailando en la palma de su mano y, de echo, se tiraría ahora a sus brazos suplicando él en lugar del bardo ¿Tanta dependencia acaso tenía de su afecto? ¿Tanto extrañaba sus besos? ¿Sus caricias? ¿Su calor al otro lado de la cama?
Xiao respiro hondo... Quizás estuviera cometiendo un error y ambos solo iniciarán un lazo eterno de autodestrucción lenta por toda la eternidad... Pero ya no podía hacer nada. Estaba totalmente enamorado de él, y estaba dispuesto a amarlo bajo sus términos si eso le dejaba estar a su lado...
Iba a responder a la pregunta cuando de pronto dos figuras casuales emergieron de la multitud. Al ver el cabello dorado relucir con el sol, sintió que algo de lógica entraba en su cabeza tras toda la tormenta de sentimientos y confusión que se había desatado hasta ahora.
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Sine die
Fanfiction¿La inmortalidad ha de verse como una bendición o una maldición? La oportunidad de poder ver como el mundo avanza, muta, cambia a tus ojos ¿Cuál es el precio de esto? ¿El sufrimiento eterno? ¿O ver cómo todo lo que amas se convierte en polvo ante tu...