OH, CARIÑO, ES FACIL AMARTE (XICHENG)

Día 2: Nasty fairytale

No. No. No. No. No.

Esto no puede estar pasando.

—Jiujiu...

La voz enferma de Jin Ling le hizo dejar atrás el pánico.

—Estoy aquí, A-Ling. Estoy aquí.

El lastimero gemido de su sobrino causó dolor en su corazón. Le tocó su frente y frunció el ceño. La fiebre había bajado un poco, pero seguía ahí. Jiang Cheng había hecho todo lo que el médico en línea le había recomendado. Si Jin Ling seguía teniendo fiebre, debía llevarlo al hospital más cercano.

Agarró un nuevo paño frío y lo colocó suavemente en la frente del chico. Jin Ling suspiró aliviado

Esto era culpa suya.

Por la mañana, Jin Ling parecía pálido, sin ganas de hacer las cosas del día. Jiang Cheng estaba pensando en quedarse y tomarse un día de permiso en el trabajo pero el mocoso parecía haberle leído el pensamiento e insistía en que estaba bien.

Jiang Cheng no le creyó pero aceptó la decisión de Jin Ling.

Ahora, se arrepiente.

Mucho.

Wei Wuxian lo llamaba cada hora y Jiang Cheng trataba de calmarlo. 

—Voy a ir allí.

—Es tarde. No quiero que conduzcas solo a esta hora. Puede ser peligroso.

—No quiero dejarte con toda la carga, Jiang Cheng. ¿Has dormido algo?

El silencio en ambas líneas era incómodo.

Jiang Cheng quería decir que no, que no lo había hecho. Wei Wuxian sabía que era una forma de castigo, que ponía a prueba su mente y su cuerpo hasta el límite. Pero no le importaba, se mantenía despierto porque temía que algo peor pudiera ocurrirle a Jin Ling.

—¡Jiang Cheng!

—Estoy bien —respondió con un gruñido—. Una vez que A-Ling se recupere, descansaré.

—Jiang Cheng no es tu culp-

—Wei Wuxian... —interrumpió—. Gracias por llamar.

—Eres un idiota. 

—¿Yo soy un idiota? Tú eres un grano en el culo que me revienta el teléfono con mensajes y llamadas.

—Lo haré de nuevo, ya lo sabes. Tú y Jin Ling son mi familia.

—¿De verdad?  Creo que has dicho que ahora eres un Lan.

No quería decirlo, pero estaba agotado y su filtro cerebro-boca ya no funcionaba de forma correcta.

Oyó a Wei Wuxian murmurar cosas ininteligibles y Jiang Cheng estaba seguro de que no eran palabras agradables.

Resopló divertido y Wei Wuxian volvió hablar con él.

—No puedo creer que sea el hermano de un estreñido emocional.

—Y yo no puedo creer que sea el hermano de una reina del drama.

 Se escuchó el sonido indignado de Wei Wuxian. 

—Hombre gruñón. 

—Gremlin revoltoso. 

—Aburrido. 

—Punk.

Los hermanos encontraron la paz luego de su riña habitual. Sin embargo, Wei Wuxian tenía una última cosa que decir. Porque Wei Wuxian no solo estaba preocupado por Jin Ling.