• Los personajes de MDZS reaccionan al Gran Maestro del Cultivo Demoníaco •

• Refinamiento VIII - Contentamiento I •

Jiang Fengmian y Jin Guangshan se apresuraron a Gusu y después de una serie de escenas que mostraban a los dos líderes de la secta viendo a los dos castigados a arrodillarse y recibir una severa reprimenda de Lan Qiren, se limpiaron un poco de sudor de la frente y comenzaron a entablar una pequeña charla.

"Vaya, ¿son esos los dos anteriores Líderes de Secta del clan Jiang y Jin antes de Jiang Wanyin y Jin Guangyao?". exclamó un subalterno al resto, con los ojos muy abiertos al ver esas figuras legendarias en alta resolución.

Jin Ling se quedó boquiabierto. Eran sus dos abuelos, a los que nunca había visto en su vida. Pasó sus ojos de un lado a otro entre ellos, sin saber en quién debía fijarse más.

Por otro lado, Wei Wuxian se había puesto rígido al lado de Lan Wangji, mientras que los ojos de Jiang Cheng se habían abierto de par en par, y su mano se movía como si quisiera alcanzar la pantalla y agarrar al hombre de la túnica púrpura. Aunque ambos se habían preparado mentalmente para volver a ver a los muertos con vida, todavía les costaba no reaccionar emocionalmente cuando Jiang Fengmian parecía tan joven y llena de vida frente a ellos.

Jiang Fengmian no tardó en plantear la idea de cancelar el compromiso.

Le dijo a Jin Guangshan: "La madre de A-Li fue la que insistió en tener este compromiso, en primer lugar, y yo no estuve de acuerdo. Viéndolo ahora, como ninguno de los dos está entusiasmado, es mejor que no lo forcemos".

"¿Planean romper el compromiso?" preguntó Jin Ling, sorprendido. ¿La relación de su madre y su padre era realmente tan terrible en el pasado?

"No te preocupes, Jin Ling, es obvio que las cosas mejoraron después". Lan Sizhui consoló, dando una palmadita en el hombro a Jin Ling.

"Sí", intervino Lan Jingyi, "Si no, no estarías aquí".

Lan Sizhui se limitó a suspirar ante la falta de tacto de Jingyi, mientras Jin Ling lanzaba a Lan Jingyi una mirada desdeñosa, con el rostro enrojecido.

Jin Guangshan se sorprendió. Respondió: "¿Qué saben los niños? Pueden jugar como quieran. Fengmian-xiong, tú y yo no tenemos que hacerles caso".

Muchos cultivadores fruncieron el ceño al ver a Jin Guangshan, ese hombre repugnante que murió a manos de un hijo tan horrible como él. Wei Wuxian también curvó los labios, recordando las veces que Jin Guangshan le había molestado a propósito en su vida anterior. Probablemente le desagradaba más que Jin Guangyao, lo cual era mucho decir.

"Uf, ¿vamos a tener que volver a ver a este hombre y sus horrendos actos de 'buenas obras'?". refunfuñó Wei Wuxian a su marido, que tampoco parecía muy entusiasmado, a juzgar por el leve pellizco de sus labios, pero no había forma de evitarlo. Al fin y al cabo, todos se veían obligados a esta situación de vigilancia.

Lo único que Wei Wuxian deseaba era volver a ver a Shijie, aunque eso significara reabrir una herida que no se había cerrado del todo al pensar en su muerte. Sólo quería volver a verla, ver su sonrisa, aunque fuera a través de esta pantalla encantada.

Jiang Fengmian contestó: "Jin-xiong, aunque podemos establecer el compromiso por ellos, no podemos llevar a cabo el matrimonio en su lugar. Al fin y al cabo, son ellos los que van a pasar el resto de sus vidas juntos".

'Te refieres al resto de sus vidas en el más allá ahora', pensó el Líder de Secta Yao, frunciendo el ceño ante la imagen de Jiang Fengmian, que una vez había ayudado a su secta a salir del peligro. Qué buen hombre desperdiciado por esos malditos perros Wen. Ahora no era gracias a Wei Wuxian y al General Fantasma que la hija de Fengmian y su marido ni siquiera podían vivir felices juntos.