The Power of Fear ¦ Cap 1

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Los días eran tranquilos para el joven oji-verde quien escribía cartas a su amor no correspondido, después de todo aquello era a lo que se dedicaba, era cartero, pero también escribía cartas. De entre todas ellas una era la más famosa, accidentalmente; un poema amoroso y melancólico, publicado accidentalmente al ser puesto en el escritorio equivocado, ahora se había vuelto un poeta para muchos, y un anónimo melancólico para otros. Pues su poema se dirigía a alguien conocido como "Gogy", hablaba del sujeto como si fuese su amor no correspondido, eso era lo que eran ambos.

No era especial para nadie, no importaba cuántas veces saliera a la calle, el no era nadie más que un simple cartero, puesto que por más que la gente hablara sobre aquel poeta, el no había terminado su poema y quedó como un anónimo ante la gente pues ni siquiera su género reveló.

Aunque el siempre haya sido un varón bondadoso y amable, el miedo era su mayor fortaleza, aunque el se esforzara e intentará lucir más alegre, no importaba, el miedo consumía a cada persona que le mirara; el joven llegó a sentirse como un fenómeno en aquella sociedad puesto que incluso su propio jefe le temía. Eso cambió cuando aceptó su realidad, se acostumbro a vivir de aquella manera, asustando a cualquiera que siquiera sintiera su presencia.

Un viernes por la noche mientras escribía una carta a su «amado» su vida dio un giro por completo, una luz amarilla entró por su ventana, ahora se encontraba frente a él, incluso el oji-verde sintió miedo, no sabía lo que era aquello, más aún así lo tocó.

Un anillo amarillo se coloco en su dedo anular, brilló con fuerza y su cuerpo fue encapsulado en inmediatamente esta cápsula se fue por su cuenta, sacando al de cabello rubio cenizo de su habitación a la fuerza. Por más que el se resistía no podía hacer nada por salir, se rindió y dejó que aquella cosa lo llevase a donde tuviese que ir, incluso si está cápsula le llevase a su propia muerte.

Aquello viajaba a la velocidad de la luz, y la capsula finalmente se abrió en un lugar completamente nuevo, más bien... Un planeta completamente nuevo, su cuerpo inconsciente fue depositado en una especie de mesa. Despertó, por su cuerpo viajaba la energía, se sentía tan poderoso en aquel momento, hasta que se vio así mismo en un espejo. Se encontraba en un traje amarillo brillante con negro y detalles blancos, tocó su muslo derecho sintiendo el suave y dócil tacto de su mano, era tan suave aquella "tela" que parecía sacada de otro planeta, realmente así lo era.

Vio su rostro con atención, sus pupilas habían ¿¡desaparecido!?, sus iris resplandecían en aquella hermosa tonalidad verde heredada por su madre. Dio la vuelta al sentir la presencia de alguien más, flotando llegaba un hombre de apariencia adulta y humano al igual que el, su traje era de diseño un poco diferente al suyo pero con los mismo colores y símbolo.

-Yo... ¿Donde estoy?.

Preguntó el rubio al de cabellos castaños, el cual le vio con seriedad y se acercó a él con una aura peligrosa.

-Bienvenido a el planeta Qward, el lugar donde ceden las linternas amarillas.

Dijo el de ojos rojizos, viendo al ahora novato frente a él, no parecía asustado en lo absoluto, aquello hizo que en su rostro una sonrisa apareciera, los anillos jamás se equivocan respecto a portador.

El de cabellos castaños salió del lugar y detrás le acompañaba el oji-verde, llegó un punto en el que el rubio fue detenido por el de ojos rojizos al intentar dar otro paso, un gran abismo le esperaba si este no sabía volar aún, y definitivamente no sabía. El de ojos rojizos como la sangre dio un brinco y voló, flotaba encima de aquel vacío viendo como el oji-verde llegó a impresionarse por aquel abismo.

-Soy, Clay.

Dijo el rubio dirigiendo su fría mirada a la del castaño quien se acercó a él y siguió flotando a sus costados viéndolo detalladamente.

-Wilbur.

Dijo el de ojos rojizos dejando de flotar y pisando aquella plataforma blanca que les sostenía a ambos.

-¿Que se supone que es esto?, tu estas... Flotando junto a... Cientos de.... Alienigenas.

Dijo Clay con ciertas ansias, aquellas personas de aquel planeta lucían de todo menos humanos,bueno solo aquel hombre que recién y había conocido.

-Fuiste escogido para ser parte de las Sinestro corps, aquello que llevas en tu mano es un anillo amarillo, alimentado por el miedo... Cada anillo elige a dos habitantes de cada sector en el universo para ser parte de las Sinestro Corps mediante su capacidad de expandir el miedo. Concentra tu poder, el poder del miedo.

El castaño explicó la situación del rubio tras el tema del anillo, el cual al terminar de escuchar lo que había dicho acató las ordenas del de ojos rojizos y trató de conectar su poder, su anillo destelló y comenzó a flotar inconscientemente. Wilbur le llevó hacia el abismo y este en vez de asustarse siguió flotando; Wilbur avanzó hacia la fuente de poder central siendo acompañado de Clay quien observaba aquella fuente con ligeros destellos en sus ojos verdes.

-toca la fuente con tu anillo y haz el juramento.

Dijo Wilbur viendo cómo era que rápidamente el oji-verde acataba sus ordenes, este por alguna razón se sabía el juramento de memoria, como si siempre lo hubiese sabido.

Su anillo se había recargado, y nuevamente Wilbur habló con él novato.

-Nuestro anillo tiene la capacidad de crear cosas mediante la imaginación, espero la tuya no tenga límite.

Mencionó el de cabellos castaños viendo como era que el rubio admiraba aquel anillo que portaba y hacía su mejor intento por crear algo con el.

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Mientras tanto el conocido "Gogy" probaba crear algo con su anillo dado, ¿el también era un portador?, si, específicamente el portador de el anillo azul de la esperanza, más aún así le era inútil el intentar crear algo con su anillo, solo podía flotar y mantener aquella aura protectora, su querido amigo Bad se encontraba lejos de él por un viaje y no podía hacer nada al respecto, después de todo Bad era un portador del anillo verde de la voluntad, y su anillo azul sólo funcionaba si se encontraba cerca del anillo verde, lejos de él, su anillo sólo le era inútil.

Decidió desactivar su traje, quedó en aquella ropa cómoda que tanto le gustaba, el de ojos avellana se recostó en su cama leyendo las cartas de su «amante», que aunque supiese bien de quien se trataba, no se dignaba a hablarle al respecto, solo se resignaba a suspirar con cada carta de amor que leía, con el anhelo de algún día perder aquella timidez y al menos compartir una mirada amorosa con el hombre que robaba sus suspiros cada noche, mientras hacía que su corazón saltase de alegría al recibir el correo, anhelando ver una vez más las cartas de su «amado».

-Oh Clay...Si tan solo pudiese dirigirte la mirada tan solo un segundo para admirar tus hermosos ojos esmeraldas, yo sería el hombre más feliz del mundo. Si tan solo no creyeses que no te correspondo...

Dijo George con dulzura, jamás había sido el mejor en expresar sus sentimientos desde pequeño, y ahora que se sentía tan profundamente enamorado, no podía siquiera mirar a su amado, pues él temor de una burla y rechazo le consumían.

Dicho aquello, George terminó de leer aquella carta y la guardo en una caja con un listón rojo, en aquella caja guardaba todas las cartas que su «amado» le dedicaba, junto a poemas y regalos. Recordaba que el día de su cumpleaños en aquella misma caja venía un abrigo con el aroma de Clay impregnado en el, solía dormir abrazado de aquel abrigo, olfateando el olor de aquella persona que le volvía loco por amor en muchas ocasiones, quedaba dormido tranquilamente con aquella prenda a su lado, que al utilizarlo le hacía sentir protegido y como si el oji-verde le abrazara protectoramente.

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Fin del primer capitulo, espero que les haya gustado este primer capítulo, y si es así, sería genial que pudieran dejar su voto/estrellita, al igual que un bonito comentario u ir a ver otro de mis fics.

Besos. <3

Atte.Pistachis.

&quot;Anillos&quot; ¦¦ DreamNotFound (AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora