Culpable Tentación (Jenlisa)

1: Que tengas una buena vida.

+ by gotdynamites.

Seúl, Corea del Sur. 27 de marzo de 1997.

-¿Qué fue lo que hiciste? - la residencia Kim siempre fue un lugar pacifico, la familia de clase alta, conformada por ambos padres y su única hija Jennie vivía en paz y armonía en la comodidad de su hogar. O al menos eso pretendían.

- ¡Fue un accidente! - gritó el padre de familia - ¡Ya cálmate! Vas a despertar a la niña.

- No digas que fue 'solo un accidente', eres lo suficientemente maduro y consciente para entender lo que hiciste - el matrimonio llevaba alrededor de unos veinte minutos discutiendo en la cocina.

Todo había empezado cuando el esposo de Misook había llegado más tarde de lo normal a la casa, la cena se echó a perder y Misook tuvo que tirar los restos a la basura. Pero eso no era lo que le preocupaba, quería saber por qué su esposo, que acostumbra a estar en casa antes de las siete, cenar con su esposa e hija para luego relajarse mirando un rato la televisión y más tarde encargarse de que su pequeña Jennie se durmiera a un horario adecuado a su edad y llevarla a su cuna para que tuviera una noche de sueño tranquila, había llegado a casa en horas de la madrugada. La locura se desató cuándo Jihyun le confeso a su esposa el porqué de su tardanza.

- Escucha, lo siento, pero pensé que esto sería el primer paso para que podamos comenzar la familia que siempre quisimos.

- ¿La familia que siempre quisimos? - preguntó Misook - O ¿La familia que TU siempre quisiste? - pregunto una vez más, molesta - Ya tenemos una familia Jihyun. Tú, yo y la pequeña que está acostumbrada a que su padre le cuente un cuento y la arrope antes de dormir. ¿Sabes cuánto me costó hacer que Jennie se durmiera hoy?

- ¿Así que ese es el problema? - se defendió su esposo - ¿Estas enojada porque no lleve a Jennie a dormir hoy?

- No hagas el papel de tonto. ¡Sabes que eso no es lo que me molesta en este momento! - gritó Misook dándole la espalda a su esposo, apretó con fuerza las esquinas del desayunador que estaba ubicado en el centro de la cocina. Apretó tan fuerte que sus nudillos se volvieron blancos por el esfuerzo. Tomo varias respiraciones profundas para intentar calmarse e intentar seguir con esta conversación de la forma más pacifica posible - ¿Por qué lo hiciste?

- Amor... - se colocó detrás de su esposa e intento apoyar sus manos en sus hombros, solo para ser alejado bruscamente.

- ¡SOLO DIME POR QUÉ JIHYUN! - le gritó totalmente fuera de sí.

En ese momento el descontrolado llanto de una bebé pudo ser escuchado a través de las paredes de la casa y Jihyun cerró sus ojos con fuerza, replanteándose todas las decisiones que había tomado últimamente y dándose cuenta de que lo que hizo fue su mayor error. Él ya tenía todo lo que quería, y no iba a perderlo todo por un momento de debilidad y tentación. Cuando volvió a abrir sus ojos, su vista se clavó en su esposa, quien lo miraba de frente con lágrimas en sus
ojos.

Dejo escapar un largo suspiro tratando de calmarse para luego decirles unas palabras a su esposo.

- Te llaman. Papá - le dijo en un tono desafiante, para después salir de la cocina pero no sin antes darle un
pequeño empujón. No era uno de aliento, por supuesto.

El llanto de su hija hizo que rápidamente saliera de su trance y subiera al cuarto donde la
pequeña Kim Jennie pasaba sus noches soñando quien sabe qué clase de fantasías y desconectándose
por completo del mundo real. Su mundo real. No era que le importara de todos modos, era muy pequeña
para entenderlo y darle importancia.
Jihun se detuvo justo frente a la puerta del cuarto, la cual habían acostumbrado a dejar abierta todas las
noches solo en caso de que algo pasara.