Cápitulo 1 - La bestia

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A la mañana siguiente, me desperté con ganas de volver a vivir otra aventura. Extendí la mano para acariciar a Aki. Ella se dió la vuelta y me miró, y me dijo:

-¡Buenos días, Hildy!

-¡Buenos días, chicos! -dije yo.

-¡Hola Hildy! -dijeron mis amigos.

-¿Nos levantamos y desayunamos?

-¡Sí! -contestaron.

Así que nos levantamos y entramos dentro. Fuimos arriba a despertar a mi madre.

-¡Hola mamá! -dije.

-¡Hola Hildy! -me dijo.

-Mis amigos y yo vamos a vestirnos, a desayunar y después nos vamos, ¿vale?

-Vale hija. ¡Pásaroslo bien!

Después, bajamos y desayunamos.

-¿Qué queréis para desayunar?

-Lo que a ti te guste y sé te de mejor. -dijo Aki.

-Vale, ¿queréis... berlinas y leche?

-¡Sí! -me dijeron al unísono.

Entonces, preparé la leche y luego cogí un paquete de berlinas, las puse en un plato y el desayuno ya estaba listo.

-¡Se ve delicioso! -decían todos.

Cogí el plato y las tazas y las llevé al salón y las posé en la mesa de cristal, después encendí la tele y nos sentamos en el sofá reclinable.

-¡Mmm! -decía Ciber-. ¡Itha upe delishiosho!

-Ciber por favor, no hables con la boca llena. -dije.

-Perdón.

Y entonces, en el canal de noticias, vimos que hablaban algo sobre que había una bestia en Isla Nehimar.

-¡¿QUÉEEE?! -gritaba Ciber super asustado.

-Ayy dios. -dijo Zaylin.

-¿Y por qué no vamos a investigar?

-Estaría bien. -dijo Katnyan-. Nos podriamos enfrentar con nuestros poderes.

-¡No no! -decía Ciber-. ¡Qué miedo!

-Gatito no seas miédica. Tenemos poderes, podremos enfrentarnos. -le intentaba tranquilizar Zaylin.

-Bueno... mira, voy a dejar de ser tan miédica y voy a ser más valiente, así que... ¡VAMOS!

-¡Así me gusta gatito! ¡Qué seas valiente!

Apagué la tele y llevé el plato y las tazas al fregadero. Después, salimos, saqué las llaves de mi casa y cerré la puerta.

Fuimos al muelle de los barcos, pero estaba cerrado por unas cintas de seguridad. Decía "No pasar".

-Vaya. -decía yo-. ¿Y cómo iremos?

De repente, un chico que iba vestido de negro dijo:

-¡Alto! No se puede pasar.

-Sólo estabamos mirando. -dijo Zaylin.

-Pues alejaros un poco por favor. -dijo el hombre de mal humor.

-¿Quién eres? -le pregunté.

-Soy de la policía, y hasta que la bestia de Isla Nehimar no se vaya, no dejaré que nadie pise este puerto.

-Pero que solo estabamos mirando, ¿qué tiene de malo? -decía Katnyan.

-Que he dicho que no se puede, lo podéis ver de lejos y no acercaros tanto. Bueno, tengo que retirarme, y repito: hasta que no se vaya la bestia, no dejaré a nadie entrar.

Dicho esto, el hombre se marchó y nos dejó solos.

¿Lograrán llegar a la Isla Nehimar sin ningún problema? ¡Descúbrelo en el siguiente cápitulo!

Hildy y la bestia de la Isla NehimarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora