Capítulo 1

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Solo soy una adolescente que quiere enamorarse del chico adecuado y sacar su bachillerato...
Los primeros rayos del sol de Octubre entran por la ventana, llegan a los ojos azules de Nora y prenden su pelo como si fuera fuego. Sin embargo, no fue hasta media hora después cuando ella abrió los ojos y se acordó de que era su cumpleaños al ver su tarta. Se vistió y bajó a la cocina con su tarta en las manos. Cuando bajó se encontro el mismo cuadro de siempre; su padre preparaba el desayuno y su madre se preparaba para irse a trabajar.
-¿Como se encuentra mi cumpleañera?-preguntó entusiasmado su padre.
-Sin hambre-respondió Nora mientras apartaba los huevos con bacon que le ofrecía su padre.
-Felicidades cariño-sonrió su madre.
-Gracias mama.
-Bueno tengo que irme a trabajar,adiooos-cantó su madre dirigiendose a la puerta.
-Yo tambien me tengo que ir, adios-dijó apresurandose Nora.
Salió corriendó de casa y cogió su bicicleta, pero iba tan rápido que de repente chocó con alguien y cayó al suelo. Cuando levantó las vista se encontró con unos preciosos ojos verdes y pelo rubio, el chico parecía todo un surfista. Nora se levantó corriendo y observó mas de cerca al sujeto.
-Perdón, iba demasiado rapido con la bici-tartamudeó Nora.
-Tranquila, la cupla ha sido mia. Yo estaba en medio-contestó el chico-mi nombre es Elliot.
-Nora. Me encantaria seguir hablando contigo pero llego tarde, adios.
Nora llegó justo a tiempo y se encontró con su mejor amiga Caroline y el novio de esta Luka. Los tres amigos juntos entraron a las clases. Nora y Carline estaban en la misma clase pero Luka estaba en otra.
-Hoy iba en la bici y me he chocado con un tio-le contó Nora a su amiga.
-¿Como tenía el culo?-rió Caroline.
-¿Sabes?, no creo que a tu novio le gustara saber que has dicho eso.
-Pero como tu no se lo vas a decir.
El resto de la mañana fue normal hasta que en E.F. a penultima hora, cuando las chicas se estaban preparando para un partido amistoso de Baseball Nora se dió cuenta de que había una cara conocida fuera mirandola.
-Pero si es la ciclista-bromeó Elliot.
-Hombre, obstaculo-rió Nora-como tu por aqui.
-Pasaba y he visto a una hermosa chica preparandose para jugar al baseball.
-Gracias-dijo Nora mientras se sonrojaba.
-Es que esa rubia es preciosa-bromeó Elliot.
-Muy gracioso.
Entonces se oyó un anuncio de la directora, llamaba a Nora a acudir a su despacho. Se despidió de Elliot y fue al despacho con un mal presentimiento. Cuando entró y vió a la policía y la cara con la que le miraba su directora pasó de un mal presentimiento a un fuerte dolor de barriga. Su directora era una mujer fuerte sin sentimientos ni expresión, sin embargo ese día tenía  cara de pena.
-¿He hecho algo malo?-tartamudeó Nora.
-No cariño. Toma asiento-indicó la directora.
-Nora, entendemos que esto es un fuerte golpe para tí. Tus padres han tenido un accidente  hoy-le dijo con voz suave el policía mas bajito.
-Dios mio, ¿cómo estan?
-No han sobrevivido cielo-sentenció su directora.
-¿Cómo?
-¿Tienes familia  alguien con quien estar hasta que lo arreglemos todo?-preguntó el otro policia mucho más serio.
-No tengo familia, pero si una amiga con la que me podría quedar-dijo Nora reprimiendo las lágrimas-no me queda nadie.
Después de esta charla Nora se levantó sin decir palabra y salió del edificio corriendo. A la hora en la que todos sus compañeros debóan salir volvió, le preguntó a su amiga si podia quedarse con ella y le contó lo ocurrido.
-Dios tía, lo siento mucho. No sé ni que decirte-se calló y la abrazó ya que sabía que en ese caso era lo mejor que podía hacer.
-Bueno, no quiero hablar de eso. En realidad no quiero hablar.
Fueron las dos ultimas palabras que dijo Nora. El resto de los días no volvió a hablar, ni con Caroline ni con los hombre que le hacían preguntas; todas tuvieron que responderlas entre su directora y Caroline. Incluso en la asignación de su tutor, donde descubrió que tenia una tia a la que no conocia por que era una alcoholica a la que por supuesto no le dieron la custodia. Eso dejaba a nuestra chica con una sola posibilidad, un orfanato. Esto enmudeció mas todavia a Nora, hasta que esataba ante las puertas del orfanato Mystic Falls. Era majestuoso, aunque un tanto siniestro. En la puerta habia un verja de metal en cuya parte de arriba se podia leer el prestigioso nombre. Era conocido por su mala fama. Era severo pero a la vez no le importaban una mierda sus alumnos, todos eran descuidados; excepto algunos grupos, esos solían ser unos abusones. Lo primero que dijo Nora, despues de tanto tiempo sin hablar, fue.
-Menuda mierda.
Su habitación no era lo suficiente grande para todas sus cosas, como esperaba. Pero tampoco la esperaba tan pequeña ni sucia. Lo bueno de ese sitio es que te dejaban hacer lo que quisieras en la habitacion así que le pidió a Caroline que en su propia visita le trajera pintura blanca. Era el color que tenía en su verdadera habitación y por una vez no quería cambiar eso. El primer dia que llegó no salió de la habitación  ni para socializarse ni para cenar, pensó que ya podría hacer esas cosas otro dia.

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