CAPÍTULO II Trabajo en equipo

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     Leonardo y Fabián, logran ingresar sin problemas en unas de las mejores universidades del país, la Universidad Central de Venezuela conocida por sus siglas UCV, para estudiar FÍSICA, en la facultad de escuela de física y tecnología de dicha universidad, y gracias a la influencia de los padres de Leonardo ambos logran conseguir una oficina y un laboratorio con todas las comodidades y los aparatos tecnológicos más avanzados las mejores computadoras y equipos para trabajos de investigación, solo para ellos.

Fabián - whao hermano, esto es increíble no, ¡Mira todo esto! Es de alta tecnología jajaja tus padres se botaron amigo, de verdad que se pasan, a penas ingresamos a la universidad y ya seremos la envidia de todos. Jajaja Fabián habla dando vueltas en el laboratorio sorprendido de todo lo que ve.

Leonardo responde - ¿y qué? Siempre hemos sido la envidia a donde quiera que vamos ¿o no? Que de diferente hay aquí en la universidad, además yo supongo que aquí las personas deben ser más maduras y no estar con tonterías de envidiar a los otros como en el liceo.

Fabián - en eso tienes razón lio, aquí es otro nivel, otra gente, ufff aquí seremos lo que nosotros siempre hemos querido ser.

Fabián respondió tirándose en el sofá cama que tenían en el laboratorio - ser unos científicos locos jajaja, unos hacker, unos genios como Albert Einstein. en fin en finnn, seremos lo que queramos ser.

Fabián lo mira acostado y dice - sabes que todo esto es gracias a ti no? Por lo menos a tus padres viejo, porque si fuera por mi pues, estaría quizás en el salón de clases sentado en el pupitre lanzándole bolas de papel o mis compañeros y quizás durmiéndome por tanto que habla el profesor de historia, jajaja

Leonardo - no es así Fabián, tú también eres muy inteligente, si no créeme, que no estarías aquí conmigo justo ahora. Además tú fuiste el único que se me acerco cuando éramos unos niños y quisiste ser mi amigo a pesar de que todos en el colegio me odiaban solo por no ser iguales a ellos.

Fabián - jajaja sii si, es verdad lio, me acerque a ti porque yo también era como tú, tampoco tenía amigos y al escuchar de ti pues, supe que tú estabas en mi posición, así que dije que más daa, vamos a hablarle al rarito a ver qué pasa.

Leonardo – ¿al rarito? Jajaja esta buena esa, si yo era un rarito tu deberías estar más loco que yo por hablarme y querer jugar conmigo, jaja

     Rápidamente ambos compañeros se instalaron en sus oficinas y su laboratorio con acceso a sus instalaciones las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Todo por órdenes de los padres de Leonardo quienes dejaron muy en claro que todo era netamente académico y ellos podían hacer lo que quisieran. ¡Claro! Siendo millonarios pues, pueden hacer y ordenar lo que quieran.

     Ese fin de semana pasó muy rápido, y fue un día lunes cuando ambos compañeros comenzaron a trabajar en su primer proyecto científico.

Leonardo – ¡sabes Fabián! eh estado pensando en algo muy novedoso... sabes que eh estado de acuerdo con que este país tiene lo necesario para ser una potencia, solo le hace falta un impulso no... y gente que quiera lograrlo como nosotros viejo.

Fabián - ¡basta de rodeos lio, habla ya! ¿Cuéntame que tienes en mente?

... bueno eh querido diseñar un portal, para poder viajar a través de él, como un "agujero de gusano" eso sería lo más fantástico del mundo y siento que yo puedo lograrlo Fabián. Con los materiales adecuados y el equipo necesario podríamos lograr algo así.

Fabián - eso suena excelente lio, ¡increíble! Podemos trabajar en eso desde ya.

     En ese momento Leonardo tambalea, como si perdiera el control, como si todo le diera vueltas y se sujeta de la mesa para no caer al piso.

Fabián - ¡LIO! ¿Qué te sucede? Con gran asombro y miedo se acelera a sujetarlo, lo lleva al sofá cama para que repose. - ¿Qué te ocurrio lio? No me asustes así.

     Leonardo inclina su cabeza y coloca sus 2 manos en la cara tapándose los ojos, nariz y boca por unos 5 segundos, levanta la mirada y ve a Fabian diciéndole - ¡hay amigo! no te había contado pero estos últimos días me eh sentido algo extraño sabes, me dan mareos de repente no sé.

Fabián - ¿ya fuiste al médico?

Leonardo – no! Aun no eh ido.

Fabián - vamos viejo, ¿qué es eso? ya deberías haber ido, debes prestarle más seriedad y atención a tu salud lio, esto puede ser serio? Además somos jóvenes para estar así, imagínate cuando tengas 40 años, jaja tendrás que salir con una bombona de oxígeno a todos lados y amarrada a tu cuerpo jajaja, o casarte con una enfermera lio, ¿te imaginas? jajajaja

Leonardo – vamosss. ¡Basta ya! Mira quién habla de tener seriedad a las cosas.

– jaja pues yo no más quiero hacerte sentir mejor lio

- Realmente es algo que no puedo explicar es como si mi cerebro diera vueltas, y de repente escucho voces que me susurran cosas que no puedo entender... Eso me tiene algo paranoico la verdad.

Fabián - ¡pues mañana iremos al médico loquito! Para que te revisen el cerebro jaja ya decía yo que alguien tan brillante se volvería loco muy rápido, jajaja

Leonardo – jajaja para un amigo como tú, ¿para que necesito un enemigo no?

Fabián – jaja sabes que es broma, tú eres mi hermano de otra madre y debo cuidarte. Mañana iremos al médico.

     Esa misma noche, Leonardo ya estando en casa cenando con sus padres, estos le preguntan cómo le ha parecido la universidad y todas las cosas que han adquirido.

Leonardo responde – todo ha sido fantástico papá, la universidad, los maestros mi laboratorio es increíble, de verdad se los agradezco mucho.

Su padre le responde - de nada hijo, tú debes tener siempre lo mejor, eres un hombre excepcional y brillante.

Leonardo – siempre me lo has dicho papá, gracias por eso, a veces siento que exageras mis habilidades pero está bien, mi compromiso es grande.

Su padre – para nada exagero hijo, yo sé porque te lo digo, ¡hazme caso!

Leonardo – está bien papá...

A propósito papá, quería decirte que mañana quiero ir al médico, no me eh sentido nada bien estos últimos días, hoy en el laborato... ¡basta! Interrumpe su padre.

Solo iras a un médico que yo te recomendare, ¡te queda claro!, no es necesario que vayas con otro, tu madre y yo conocemos a un doctor que es el doctor de la familia, él te examinara mejor que nadie.

Su madre Alicia comenta - claro que si mi niño, es más llamaremos de inmediato al doctor Darwin, para agendar una cita mañana a primera hora mi amor... mañana te iras con tu padre y él te dejara en su consultorio, ¿verdad cielo?

Damián – ¡por supuesto cariño! Mañana te llevar a primera hora Leonardo.

     Finalizada la noche, Leonardo se prepara para dormir algo consternado de que sus padres no le hayan permitido ir a un médico cualquiera, ya que se sintió completamente independiente de resolver sus problemas, este pensó que quizás sus padres estarían más tranquilos si se examinaba con quien ellos preferirían, así que, después de un largo día solo se acostó y quedo dormido al momento. 

El hombre alienigenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora