Parte única

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Y allí estaba él, en una nueva escuela, vistiendo un uniforme horrible y sintiéndose horrible por el hecho de que sería el nuevo a mitad del año.

Comenzar de nuevo siempre sería horrible, nuevos amigos, nuevos profesores...

—¿Acaso piensa saltarse la clase, joven?— Roier suspiro frustrado.

—Lo lamento, soy de nuevo ingreso y no tengo idea de donde se encuentra la dirección, estoy perdido. — Su sonrisa hizo aparición, pero no de una manera dulce, está era tan falsa.

Quería comprensión, cambiarse de escuela era una mierda.

—Bien, espere un momento...— La mujer entró al salón que se encontraba a un lado con una sonrisa y a los segundos salió con un chico de cabello castaño claro.—El joven Cellbit te llevará, que tengas un buen día, suerte. 

Se dio la vuelta y entro nuevamente al salón.

—¿Piensas quedarte ahí? No tengo todo el día— Se tomó unos segundos para apreciar al chico, el tal Cellbit tenía cara de fastidio, alto y con un lindo mechón blanco que adornaba su cabello castaño, pero su mala cara no le gustaba. Sin duda el estar allí con ese chico no le gustaba, o más bien, estar vivo no le gustaba a como miraba todo

Tal vez ese no fue el mejor día para que Cellbit y Roier se conocieran.

—¿Como quieres que camine si aún no lo haces tú? Eres el que dirige, listillo— Cell rodó los ojos y camino hacía la dirección. Esta quedaba al otro lado del instituto y tendrían que caminar por varios minutos.

El ambiente era incomódo, ambos chicos querían que eso terminará, pero antes de llegar, Cellbit miro lo que estaba evitando desde hace días.

A su ex novia con su nueva pareja.

Ellos estaban besándose, ella estaba besándose con alguien mas.

El tener tan reciente su rompimiento, no pudo evitar el sentir dolor. Sus ojitos se llenaron de lagrimas y camino aun mas rápido.

Roier se dio cuenta de todo y sin saber por que quiso animar a Cellbit.

(...)

Una semana había pasado y ambos chicos se dieron cuenta de que eran demasiado compatibles, compartían el mismo humor así que una amistad no se hizo dudar y ahora eran inseparables.

La mayoría de las clases las tenían juntos excepto física, matería donde Roier iba mal.

No lo culpen, las leyes de la física no son fáciles de aprender, según él.

—El profesor es tan malo, no sabía del exámen— Roier hizo un puchero que a Cellbit le pareció tierno.

Había cosas que le parecían tiernas de Roier.

—Guapito se llama examen sorpresa porque es sorpresa, no debes saber de el si no ya no sería sorpresa—Cellbit dio un golpecito en la frente de Roier y luego río al darse cuenta de su trabalenguas.

—Sí pero... Solo... Agh, reprobare, lo presiento.— Volvió a hacer su puchero y camino a la cafetería.

El peli castaño soltó una carcajada al ver su pequeño berrinche y paso su brazo por el hombro del de bandana para darle ánimos.

El rubio se pegó un poco al pelinegro y se sintió en paz.

Pero no se confundan, esto es netamente una amistad.

O al menos eso creía Cellbit.

(...)

—Gatinho... Gatinhoooo, ¡PENDEJO!— El joven aficionado a Spiderman trataba de llamar su atención pero el de mechón blanco no se la prestaba.

Perdona, No Quería Enamorarme. || GuapoDuo|| OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora