El primer beso, 1

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—No seas tonto JingYi, todo el mundo sabe que el color naranja tiene ese nombre por la fruta naranja—Decía de la forma más sutil que podía el castaño tratando de estar tranquilo, en sus cabales, sin discutir. Un ser humano dispuesto a escuchar a otro ser humano sin algún altercado de por medio.

—¡Claro que no! Yo leí que gracias al color naranja se había dado el nombre  a la fruta! —Exclamó ansioso el Lan, acercándose al Jin para molestarle aún mas.

El instituto entero sabía que JingYi adoraba hacer enfadar a Jin Ling, observando detenidamente esos ojos ardiendo en llamas y esas mejillas pintándose de carmín del coraje, pero claro, Jin Ling no se daba cuenta, ya ni siquiera se quejaba de ese apodo tan ridículo.
El Jin solo deseaba tener una conversación normal con la persona que le gusta, pero Lan JingYi no le ayudaba.

—SiZhui... ¿La naranja se llama naranja por el color naranja o el color naranja se llama naranja por la naranja? —Preguntó entre risas Zizhen, mirando la escena demasiado cómica. Lan Yuan se aclaró la garganta, suspirando cansado. Lo único que rondaba en su mente es la vaga pregunta ¿Cómo es posible que se gustaran desde años?  y estos hacían la misma rutina de siempre; Encontrarse, discutir, coquetearse sin disimulo y volver a enfadarse.

Cada día. Ahora se preguntaba si así había sido el comienzo del romance de sus padres.

SiZhui pronto se arrancaría los cabellos frustrado, su paciencia escaseaba por culpa de ese par.

—La palabra "naranja" data de aproximadamente el siglo XIII, mientras que el registro más antiguo referido al color es del siglo XVI. Quiere decir que el color naranja se llama naranja por la fruta...—Respondió con voz metódica. Esa información también la sabia JingYi, lo habían googleado hace unos años por simple aburrimiento. Sus temas para llamar la atención de Jin Ling se estaban volviendo mas chistosos e inusuales de lo común.

—¡Te lo dije! —La joven amante se sorprendió al notar como tomaban su mochila con tanta confianza para avanzar hacia su salón e incluso no le había dado tiempo de regodearse— ¿Qué haces, Lan JingYi?

—Llevar tu mochila. Será mi castigo por equivocarme tanto sobre las naranjas y su color. Soy un idiota, pero ¿Seré tu idiota, o no?—Hizo una voz lastimera al principio, claramente fingida, dándole paso a un usual tono coqueto o solo había sido imaginación de Jin Ling. El Jin se notaba nervioso, demasiado sonrojado refunfuñando en voz algo silenciosa, siguiendo entre tropezones al mayor quería reclamar o seguir discutiendo pero se mantuvo en silencio. ¿Por qué se mantuvo en silencio?

ZiZhen y SiZhui siguieron la escena dudando de lo que veían, después se enterarían del cambio inusual de las cosas. Justo ahora se esperaba que el de Marca bermellón lo golpeara.

Después de algunos pasillos habían llegado al salón, JingY  dejo la mochila en el lugar correspondiente, despidiéndose alegremente de la Joven Amante con un beso rápido en su mejilla aún ruborizada, echándose a correr antes de recibir cualquier agresividad del Jin. Yendo con un SiZhui que iba con calma a la dirección donde había corrido el otro Lan.

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—¿Por qué dejó que tocaras su mochila?

—Seguro la Joven Ama, ya esta cayendo a mis pies, A-Yuan. ¿Qué te digo? Soy encantador, quien se resistiría. ¡Solo mírame!—Exclamaba el más bajo, sacudiendo su corta melena con una torcida sonrisa vivas, pero SiZhui bajo su vista a las piernas temblorosas de este, y como jugueteaba con sus manos.

—JingYi.

—Estoy muy nervioso, mis piernas no paran de temblar, ¡Tengo miedo! Ayúdame. Tú pobre amigo esta que va a colgar los tenis—La sonrisa anterior había desaparecido, dando a relucir los verdaderos sentimientos que tenía; Un rostro lleno de desesperación y un corazón latiendo frenéticamente.

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