Pensando en el título

El Principe Encantador -547 dias Antes-

–Dame tu cinta...  No es pregunta, es orden... ¡Dámela, ahora! Lan JingYi.

— ¡Joven Amante ya despiérta!
¡El sol está brillando! ¡Los pájaros cantan!
¡La alegría de vivir A-Ling!
¿Que tanto murmuras? Ah.
—Le mire con duda extendiendo mis brazos para tomarle del rostro, frunciendo mis labios con fuerza cuando la imagen de un Lan JingYi totalmente amoroso se iba desvaneciendo e iba apareciendo esto...

Un gritón que le hacía de una incesante alarma humana.

—¡Joven Amante! Tienes que despertar,
A-Yuan hizo de comer algo que no es pollo frito...
Aún así huele demasiado bien, creo que son ¿Hot Cakes?
Uhh Justo fui por mermelada, de fresa es tu favorita. ¿Verdad? Cariño...

Seguía alardeando el Lan agachándose a la altura del Jin picando sus mejillas sonrojadas enfocándose en limpiar cada rostro de saliva que pudiera quedar, este solo se cubrió con las sábanas gritando en silencio por la estúpidez de su sueño, ¿Como había podido soñar con tal ridicules? ¿Como la forma en que sería sentir esos labios recorrer su piel?
Seguro sabia que se había comportado totalmente como una Joven Amante en ese tonto sueño.
El Lan ya habiendo aprovechado descaradamente de un Jin Ling completamente dormido, llenándole de cada beso en su rostro besando cada milímetro de su rostro sin dudar deteniéndose sin probar sus labios.
Le tendió su mano esperando que la tomara para ayudarle con la vestimenta del día de hoy.

—¿Te comió la lengua el ratón?
Jin RuLan, prefiero que estes gritándome a ignorar cada cosa que te digo. 
Me lastimas—Sentenció con esa sonrisa singular y algo coqueta, que para fortuna del Jin solo se la había dado al menor y claro que no podía faltar ese poco disimulado giño.

Que descarado, imbécil.

Jin Ling aceptó su mano permaneciendo en total silencio, lanzándole una mirada despectiva a Lan JingYi, ¿Cómo podía gustarle alguien así? Ni siquiera se daba cuenta de las cosas, "¿¡Cuantas malditas indirectas debo darle a este Niño!?" El Lan soltó un suspiro pensativo, inflando sus mejillas para buscar aunque sea una respuesta congruente a ese comportamiento
"Este día no había hecho ninguna estupidez. ¡No es justo que se enfade porque si!"

Ambos desviaron la vista a las paredes de la habitación, negando al mismo tiempo y con la misma expresión de incredulidad. 

Una de las ideas de Jin Ling para llamar la atención de JingYi había sido justamente vestirse de una pieza de pollo... "¿Que expresión usaría?"
"Así mi sueño se haría realidad..."

Maldita etapa de adolescente hormonal.

Y una de las ideas de JingYi había sido llenarlo de cachorros lindos y hermoso, seguro que esa joven amante caería rendido.

—Eres un idiota, ya déjame en paz.
—Palabras con brusquedad e frialdad salieron de los labios del Jin, arrepintiéndose al instante de haber sido tan cruel. En definitiva quería decir otra cosa, no algo como eso. Tal vez algo como, "Duerme un poco conmigo o podrías besarme hasta quitarme el aliento" Con tales pensamientos solo tembló, esperando que Lan no se fuera.

— Yo solo. Está bien, baja a comer.
Ya es un poco tarde joven Amante. —El Lan salió de la habitación dejando la puerta cerrada con lentitud, dejando al menor como lo pidió: sólo en su habitación.

¿Por qué era tan difícil abrirse ante alguien?
Y Lan JingYi no era cualquier persona.
Deseaba darle su corazón y si es que este lo rompía, que así sea.
Aun así seguirá siendo suyo.

—Jin Ling se echó al suelo cruzándose de brazos totalmente con una tristeza profunda. Años enamorado...
Estos sentimientos deseaban salir de su pecho, y de ser o no correspondidos. Seguro que daría fin a esta desesperación tan amarga.