En medio de un lugar desconocido alejado de la civilización, un lugar peligroso y dejado de la mano de Dios donde la esperanza y el amor no existen
En medio de la oscuridad de la noche apenas se podía distinguir lo que estaba enfrente, cualquier ruido extraño que sonara de repente hacia temblar a la unica miembro del grupo que estaba despierta
Formando un triángulo en medio de la vegetación alta sobresalían las 3 jaulas con ruedas lo suficientemente grandes para encerrar animales de circo, pero no eran animales lo que esas jaulas contenían, en medio del triángulo había otras dos jaulas más pequeñas y al nivel del suelo, todas contenían personas más específicamente adolescentes, casi todos estaban inconscientes, excepto una joven
Su nombre era Katherine Loveless, una joven de ojos verdes brillante de un tono neutro, color distintivo de ojos que solían tener la mayoría de las mujeres y algunos hombres de esa familia, se encontraba recargada en los barrotes de la jaula, llevaba una blusa negra de manga tres cuartos, una falda rosada con cinturón que llegaba hasta el tobillo y unas botas negras con tacón ancho, su cabello castaño estaba atado en una coleta media con fleco recto que le cubría gran parte de la frente tambien tenía un mechón pintado de rosa claro y su cabeza estaba adornada con una diadema negra con piedras plateadas
Tenía mucho miedo, estaba estresada y atenta a cualquier sonido por más tenue que fuera, abrazo sus piernas y oculto la cabeza entre sus rodillas tratando de no pensar demasiado a pocos metros de ella había un chico inconsciente, no era casualidad que el estuviera en la misma jaula con ella pero en ese momento era lo que menos le importaba, a diferencia de los demas ella sabía que hacían alli y era tan macabra, sabía que los rebeldes eran considerados traidores y una amenaza por razones obvias pero aun asi ¿Por qué no matarlos rapido? ¿Por qué hacer esto? Se quedo temblando contra los barrotes de la jaula, se quedó despierta y en esa misma posición no sabía qué hora era, pero por el tiempo suponía que debía ser muy tarde o más bien muy temprano faltaban un par de horas para el amanecer
Emilia: Ugh...
Finalmente escucho a alguien reaccionar, las jaulas estaban ligeramente alejadas, pero aun asi Katherine podía distinguir a la más joven del grupo levantarse con dificultad
Emilia: H-hola
Por haber recién despertado no distinguía bien las cosas, aún estaba aturdida y la oscuridad no ayudaba, llevaba un vestido corto azul adornado con flores blancas y con un cinturón rojo, su cabello era rubio brillante y era tan largo, lo llevaba en dos coletas rizadas que llegaban hasta la mitad de sus piernas, investigo un poco tratando de identificar en donde estaba en ese momento hasta que por accidente toco el brazo del chico que le acompañaba en aquella jaula, sus ojos violetas se abrieron al máximo
Emilia: ¡AHHHHH!
Soltó un grito demasiado alto, al notar al joven inconsciente ya que por la situación pensó que estaba muerto, Katherine desde su jaula la observo desde la misma posición en la que se encontraba de antes, originalmente iba a decirle algo, pero antes de que la voz pudiera salir de su garganta se escuchó una voz seria venir del centro de las jaulas
Daniel: ¡Tranquilízate! Tus gritos podrian llamar la atención de algún animal... o algo peor
Su tono de voz era algo autoritario el joven de ojos cafés y cabello castaño claro, pero se notaba que trataba de mantener el volumen bajo por las mismas razones que ya había expuesto por lo que la rubia solo cubrió su boca con sus manos y observo a sus compañeros
Katherine: ¡¿Estabas despierto?! ¿Desde cuándo?
Pregunto con cierta sorpresa alzando la cabeza, pues no se había percatado de la conciencia del joven, aunque llevara despierta desde que prácticamente los abandonaron en ese lugar
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La isla de los rebeldes
AlteleExisten familias con la particularidad de estar malditas aún sin saberlo, esta maldicion les da una gran fuerza y resistencia y de tener una habilidad de la que no son conscientes pero al alto precio de estar poseídos por la locura del amor, una loc...