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Tiempo después Harry despertó en las incómodas camas de la enfermería de la escuela, gracias a la cálida luz del lugar. El chico se encontraba en excelentes condiciones, aunque una ligera venda blanca rodeaba su mano y muñeca derechas. Además de eso, tenía algunas leves heridas por el rostro, pero solo eran superficiales y ni si quiera dejarían cicatriz.

Una vez que el pequeño Potter se colocó los lentes observó su alrededor. Todo estaba repleto de dulces y cartas, lo que alegró al joven. Poco después apareció el barbudo director de la escuela de magia y hechicería.

-Dumbledore: Buenas tardes Harry- observó los dulces y no pudo evitar comentar- Regalos de tus admiradores- eso dejó incrédulo al muchacho-.

-Harry: ¿Admiradores?- el director asintió-.

-Dumbledore: El enfrentamiento que ha habido entre tú y el profesor Quirrel es un absoluto secreto, así que... naturalmente... lo sabe toda la escuela- sonrió. Evidentemente los chismes en Hogwarts volaban más rápido que las propias lechuzas. Observó los dulces- Vaya, parece ser que tu amigo Ronald te ha ahorrado las molestias de abrir tus ranas de chocolate.

-Harry: ¿Ron está... está bien? ¿Y que tal Hermione?

-Dumbledore: Bien, ambos están bien. Aún no nos explicamos cómo es que el joven Weasley sobrevivió al impacto, pero tengo mis sospechas que en breve confirmaras- miró al chico-.

-Harry: ¿Y que hay de la piedra?

-Dumbledore: Tranquilo muchacho, la piedra ha sido destruida. Mi amigo Nicolas y yo tuvimos una charla, y acordamos que era lo mejor para todos.

-Harry: Entonces Flamel morirá, ¿no es así?

-Dumbledore: Tiene suficiente elixir para poner sus asuntos en orden, pero después sí, morirá.

-Harry: ¿Como llegó la piedra a mi bolsillo?- preguntó con curiosidad- Estaba mirando al espejo y de repente...

-Dumbledore: Solo una persona que quiera encontrar la piedra, encontrarla, que no usarla, es capaz de conseguirla. Esta es sin duda una de mis más brillantes ideas. Y ahora entre tú y yo, me parece que eso lo dice todo.

-Harry: Significa que, desaparecida la piedra, Voldemort nunca volverá.

-Dumbledore: Me temo que... hay medios por los que podría volver. Harry, ¿tú sabes por qué el profesor Quirrel no se atrevió a tocarte?- Harry negó- Fue por T/N. Ella se sacrificó, en cierto modo, por tí, y ese tipo de actos deja una marca- Harry tocó su cicatriz- No no, esa marca no es visible, se encuentra debajo de la piel.

-Harry: Y ¿que es?

-Dumbledore: Amor, Harry, amor. Ahora dime, ¿ella ya ha hecho presencia?

-Harry: ¿Ella?

-Dumbledore: T/N.

-Harry: Sí, aunque creo que está enfadada conmigo- dijo apenado-.

-Dumbledore: ¿A sí? ¿Por qué dices eso?

-Harry: No la escuché cuando me habló, le dije que me dejara en paz, y al final terminó teniendo razón.

-Dumbledore: Siempre tuvo carácter. Tu tranquilo, ella está encadenada a ti, tarde o temprano te volverá a hablar, aun le quedan bastantes años a tu lado.

-T/N: Dile al viejo que se calle- Harry rió-.

-Dumbledore: ¿Ves? Sabía que me estaba escuchando. Quien sabe qué clase de comentario habrá hecho esta vez- sonrió-.

-Harry: Señor Dumbledore, ¿usted conoció a T/N?

-Dumbledore: ¿Que si la conocí? Ella es la Ravenclaw más inteligente que ha pisado esta escuela. Siempre de un lado para otro con su amiga Eira y los mellizos Jones. O si no, estaba con tu padre, su hermano mayor, y sus amigos. Era traviesa, lastima que su destino le jugó una mala pasada. ¿No te ha hablado de su vida?- El chico negó- Lástima- murmuró- Bueno, supongo que cuando esté lista te contara más sobre ella. Ahora sí, descansa Harry.

La Hermana De Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora