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Los Min eran una familia pequeña: Min Hueninkai, su esposa Min Jennie y su pequeño hijo de diecisiete años, Min YoonGi. Eran de los más antiguos en el vecindario y muy respetados por todos los vecinos.

El chico asistía a una escuela cercana a su casa por lo que solía ir a pie algunas veces. YoonGi no tenía muchos amigos, solo un niño llamado Namjoon. Pero el único que venía a hacerle compañía por la noche era un lindo gatito de tres colores de ojos celestes que entraba por la ventana y se acurrucada junto a su cuerpo.

La primera vez que lo vió se asustó puesto que se despertó por sentir ronroneos cerca de su oreja y tenía tanto miedo que no se había dado cuenta que solo era un lindo gatito dormido a su lado. YoonGi, luego de acariciar al animal por un largo rato, cayó dormido nuevamente y al despertar se sintió un poco mal por no verlo allí.

Ese mismo día le contó a su único amigo de la escuela lo que había ocurrido, y un sonriente Namjoon le dijo:

«No te asustes, tampoco lo espantes. Solo deja que se quede contigo, hazle mimos y háblale como si le hablaras a un amigo. Por el día se irá pero por la noche regresará. Cuéntale lo que has hecho en el día, juega con el. Eso los hace sentir bien. Si tiene un collar fíjate si aparece su nombre. Si quieres y no es tanto problema puedes darle comida, aunque a veces no la comen por no tenerte la total confianza. Yo esto por que por las noches viene un hurón, él suele cambiar a su forma humana, y se llama Seokjin. Algún día te lo presentaré, Yoonie hyung»

YoonGi había oído muchas historias sobre los híbridos a lo largo de su vida, pero creía que solo eran mitos y leyendas que alguien había inventado para entretener. Por eso, negado, al principio había creído que el gato tricolor que lo visitaba, era solo un gato común y corriente, pero luego supo que el animalito podía cambiar a su forma humana tal como si amigo , ya que en una ocasión había visto una cabellera rubia a lo lejos en el patio de su casa momentos después de que el gato se marchara.

YoonGi no le tenía miedo, al contrario, le fascinaba estar con el gatito qué, según decía en la chapita de su collar, se llamaba Jimin. Sin embargo el chico nunca se dejó ver en su forma humana frente a él.

El peli-negro le había contado a sus padres sobre que un gato venía por las noches y aunque al principio le dijeron que dejara persiana cerrada para que no pudiera pasar, el insistió tanto que sus padres permitieron que una de las hojas de la ventana quedara un poquito abierta.

Se conocían hace ocho meses, había pasado tanto tiempo desde la primera vez que el peli-negro vió al minino. YoonGi lo tenía como su íntimo confidente, sabía que el gato le entendía -o al menos aparentaba eso-.

Había algunasnoches en las que YoonGi tenía pesadillas, y esa era una de esas.

Estaba soñando que desde la ventana miraba a Jimin, éste se alejaba en dirección a la calle y de un momento a otro se convertía en humano, solo podía distinguir sus cabellos rubios. Y entonces, cuando menos se lo esperaba, un auto atropellaba al chico.

Se despertó de golpe, su respiración estaba agitada y de sus ojos salían lágrimas por el susto.

-Meow.

Con la mirada el peli-negro buscó al gato y cuando dió con él, quiso llorar más fuerte aún: la ventana estaba cerrada, y afuera diluviaba.

Con rapidez y torpeza se levantó, corrió hasta la abertura. Al abrirla el animalito saltó a la cama del humano, y se escondió debajo de las frazadas.

-¿Gatito?-murmuró subiendo a la cama-, de seguro mí madre fue quien cerró la ventana, lo siento mucho.

Jimin estaba algo ofendido, pues por culpa de YoonGi se había empapado, sin embargo, lo único que en ese momento quería era recuperar el calor en su cuerpo. Por la cabeza de YoonGi pasó la idea de ayudarle con la secadora de cabello, pero la descartó, sabía por experiencia que a Jimin le aterraban las aspiradoras, ventiladores y todos esoS tipos de artefactos que lanzan y absorben aire.

𝗠𝗶 𝗚𝗮𝘁𝗼 𝗖𝗮𝗹𝗶𝗰𝗼 ♡ OS 𝗝𝗶𝗺𝘀𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora