The truth of things.© [ Tom Hiddleston & Tu ]

Capitulo 4

Elisa Downey.

Me desperté ya era de día, cómo pude me levanté y fui al baño, me mire al espejo y tenía la cara y ojos inchados de tanto llorar, traía puesta la misma ropa de ayer, parecía un zombi, tome una ducha que me hizo sentir algo mejor, termine y me vestí, no estaba de humor así que me puse lo primero que encontré una blusa blanca con el logo de Levi's mi pantalón de mezclilla y tenis blancos.

Empecé a empacar, mientras lo hacía algunas lágrimas escaparon de mis ojos, no hay vuelta atrás, para que pelear si nadie cambiaría de opinión, lo mejor que puedo hacer es aceptar mi destino.

Baje a la sala y mi madre estaba ahí, al verme extendió sus brazos y corrí a refugiarme en ellos, no estaba enojada ni sentía rencor hacia mis padres, los amo y son todo para mí, lo que me tenía así era lo del contrato para salvarle el trasero a Tom y el tener su estúpida empresa.

- Perdóname hija - dijo mi madre tomando mi barbilla e hizo que la mirara a los ojos -

- Lo que hicieron no estuvo bien, pero no los odio - dije con una pesada sonrisa -

- Te amamos - beso mi frente - y queremos lo mejor para ti.

- Tener que mudarme de país y casarme con alguien que no conozco, no creo que sea lo mejor - hablé con sarcasmo negando con la cabeza -

Ambas bajamos la cabeza mirando hacia el suelo, pasaron algunos minutos y entro papá.

- Ya es hora - hablo el -

Salimos de casa rumbo al aeropuerto, llegamos y me despedí de ellos, ambos estaban arrepentidos no hubo rato en todo el camino dónde me pedían perdón, oi en las bocinas que decían que el vuelo estaba a punto de salir, tome valor y aborde, busque mi asiento, este quedaba de lado de la ventana, el viaje sería laargo, así que por un rato mire películas, me aburrí, puse mis audífonos y me recosté.

Tenía una lucha interna, estaba enojada con todo esto que está pasando, y aún no comienza, ya veré qué hacer para huir de esto.

Ya estaba en Londres, nose quien vendría a buscarme o si tenía que tomar un taxi, aunque pensando bien nose donde queda la casa de los Hiddleston, lo único que deseaba era un golpe de suerte.