Guardián de la noche.

Capitulo 17. Perdón.

Los días pasaban en el hospital para Izuku, después de todo está vez no podría escapar debido al incremento de seguridad en el hospital.

Endeavor había visitado a Izuku y lo puso al tanto de la situación; los altos mandos querían saber que había ocurrido aquella noche, Endeavor se limito a decir que solo se trató de un enfrentamiento con villanos, así mismo la policía quería saber de su paradero de los mismos, Endeavor les dijo que lograron escapar pero que no debían temer debido a que jamás volverían, el equipo de Policía no hablo más del tema.

Así mismo, Endeavor le dijo a Izuku que Hawks tenía muchas preguntas acerca de lo que había pasado.
Endeavor creía que podía confiar en Hawks así que le contó todo sobre los demonios.

Hawks los apoyaría en lo que necesitaran.

Lo último que le dijo Endeavor a Izuku fue que ya se encontraba investigando más casos de desapariciones misteriosas, pero que está vez no encontraba nada concreto.
De la misma manera Endeavor le notifico a Izuku que la señora Tamayo de igual manera se encontraba realizando distintas investigaciones, le había pedido que cuando pudiera, Izuku la visitará.

Izuku se enfoco en los siguientes días en mejorar su salud, no podía perder más tiempo.

Con el transcurso de los días iban más personas a ver a Izuku, varios de sus compañeros habían ido al hospital para verlo, aunque ellos se sentían muy incómodos por como fueron con el peli verde. La culpa incrementaba desde el momento en que Izuku los trataba como si no hubiera pasado nada.

En un día de visitas, asistieron la madre de Izuku, Eri y Kota.

Cuando Inko Midoriya entro a la habitación de su hijo acompañada de los dos menores, pudo notar incomodidad en la habitación.
Cuido de Izuku, le dio de comer e intentaba hacer conversación, Izuku contestaba cada vez que su madre le preguntaba algo, no le contestaba de una forma grosera o despectiva, pero su madre se sentía muy culpable.

Tanto Eri como Kota intentaban jugar con Izuku y el lo hacía, pero los pequeños sentían que únicamente lo hacía porque se sentía obligado.

En determinado punto, Inko le pidió a ambos pequeños salieran por un momento de la habitación, hicieron caso de inmediato.

Cuando finalmente ambos niños salieron, Inko hablo.

Inko: Izuku, yo...lo lamento...lamento lo que te dije aquel día...yo no me siento realmente así...yo estoy orgullosa de la persona en la que te has convertido...aún no me agrada la idea de que te hagas tanto daño...pero si ese es el camino que has decidió a recorrer estoy contigo...ya te falle una vez...no lo volveré hacer...se que me odias y me lo merezco...pero siempre seré tu madre y tu mi hijo Izuku...y nada cambiará eso...

Izuku en todo momento se mantuvo sereno, no estaba enojado o triste.

Izuku: Mamá...yo no te odió...odio lo que me dijiste...pero no te odio a ti...te quiero mamá... siempre te querré...no hay nada que perdonar...

Ante las palabras del pecoso Inko se puso a llorar, Izuku reconfortó a su madre. Después de eso hablaron de algunas otras cosas, Inko quería volver a tener la misma relación que tuvo con Izuku antes de que todo pasara.

Después de hablar unos minutos Inko le pido algo a su hijo.

Inko: Oye Izuku...¿Puede Eri y Kota hablar contigo en privado?

Izuku: ¿Mmmm? Claro, no veo porque no.

Entonces Inko le indico a ambos niños que ingresarán a la habitación. Una vez dentro ella salió.

Cuando cerró la puerta, Izuku hablo.

Izuku: Y bien...¿Sobre que necesitan hablar conmigo?

La primera en hablar fue Eri.

Eri: D-deku nosotros sentimos haber sido tan groseros contigo aquel día.

Kota:S-si!!! Nosotros nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, así que perdón por todo Deku!!!

Izuku dejo escapar un pequeña risa.

Izuku: No pasa nada, olvidemos ese trago amargo ¿Si?

Ambos niños asintieron en señal de aprobación.

El día transcurrió con normalidad, Izuku paso un rato más en compañía de su madre, Eri y Kota.

Al cabo de unas horas Inko, Eri y Kota se había retirado del lugar, dejando al pecoso descansar.

Izuku se sentía bien, y aunque no todo ha vuelto a ser como antes, al menos sus conocidos ya no creen que es un traidor.

El peli verde estaba dispuesto a dormir cuando alguien entro de forma abrupta a su habitación de hospital.

Era nada más y nada menos que las heroínas Mirko y Mt lady.

Mirko: ¿Qué tal chico?

Izuku: S-señorita Mirko, señorita Mt lady, ¿Cuando despertaron?

Mt Lady: Hace dos días que recobramos la consciencia.

Izuku: Me alegro que se encuentren bien.

Mirko: Escúchanos mocoso, Endeavor nos aclaro toda la situación y ambas hemos decidido seguir apoyándote en lo que podamos, además...

Ambas mujeres de pusieron enfrente de la cama de Izuku e hicieron ambas una reverencia en señal de disculpa.

Ambas mujeres habían pedido perdón a Izuku.

Izuku: P-por favor no es necesario disculparse...

Mt. Lady: Si es necesario, ambas fuimos crueles contigo, te juzgamos sin siquiera conocerte y aún con todo eso tú nos salvaste...

Mirko: De no ser por ti...ambas estaríamos muertas ahora...

Izuku estaba sorprendido por la situación, jamás creyó que dos personas mayores que él le terminarían pidiendo disculpas.

Izuku: N-no fue nada...lo volvería hacer...yo.....las volvería a salvar las veces que sea necesarios...señorita Mirko...señorita Mt. Lady...hagamos nuestro mejor esfuerzo para acabar con los demonios.

Ambas mujeres dieron un gran "Si".

Después de eso ambas mujeres salieron de la habitación del pecoso.

Izuku se dispuso a dormir después de su pequeña charla con las heroínas, se encontraba bastante cansado.
Izuku pudo percibir en cada disculpa que recibió aquel día como realmente aquellas personas estaban realmente apenadas, querían conseguir su perdón pero lo que ninguna sabía es que Izuku Midoriya jamás les había guardado rencor, le había lastimado bastante las palabras que utilizaron en el pero en el fondo no odiaba a nadie, quizás Izuku Midoriya jamás pueda odiar a alguien que ha sido su amigo.....y sin más Izuku finalmente pudo conciliar el sueño.

Continuará.....