[CANCELADA]~¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ!~ Aᥣᥲstor x T/N~

~2:15~

Narra T/N:

Estaba en el comedor de la cocina, disfrutando una hamburguesa, papas fritas y un refresco que Rosie me había conseguido y también de la compañía de uno de sus secuaces. Realmente ya se me había olvidado lo delicioso que estas comidas llegan a ser. Sinceramente, me sentía feliz y honrada de haber conocido a Rosie y cada día lo agradecía profundamente. Rosie era una mujer tan gentil y elegante, pero a veces me daba miedo. Me había atemorizado cuando Alastor estaba con nosotras, pero ella, aparentemente, no quiso hacerle nada. Al parecer sus torturas tenían excepciones. Pero realmente me había preocupado por Alastor.

"Ven, ten." Reí un poco y lancé una papita al secuaz que estaba mi lado mirándome y esperando a que le diera algo de mi cena. La papita cayó al suelo y él la devoró con violencia y me volvió a mirar. "¡Hey! ¡JAJAJA! ¡No te voy a dar toda mi comida!" Me quejé con diversión y me hice un poquito a un lado en mi asiento.

Él tan solo transmitía pequeños gruñidos mientras aquella rara baba negra salía de su boca. 

Entonces, inesperadamente, él se lanzó al comedor, listo para atacarme. Yo reaccioné con desesperación y aparté mi hamburguesa de inmediato. Me puse de pie bruscamente y salí corriendo de la cocina, siendo perseguida por él.

"¡¡AAAAAAAAAAAAAH, ROSIEEEEEEEEEEEE!! ESA COSA SE VOLVIÓ LOCA." Grité, desesperadamente, intentando proteger lo poco que quedaba de mi hamburguesa. Él intentaba morderme las piernas mientras yo corría en círculos teniendo cuidado de no botar algún maniquí. No podía poner el control sobre él por la importancia que tenía en ese momento a mi comida.

Pequeños aplausos se hicieron oír y yo me detuve de un solo. Sentí que algo chocó tras mis piernas y me volteé, notando que el secuaz estaba ahora tranquilo como si nada. 

"¿Qué te he dicho sobre molestar a T/N cuando está comiendo?" Preguntó Rosie con cierta rara tranquilidad. Se acercó al secuaz y le hizo una seña para que se fuera y lo hizo.

Me sentía un poco mareada y me acerqué al sillón que estaba cerca y me senté como vaga, sintiéndome ya mejor. Respiré tranquilamente y seguí comiendo sin antes agradecerle a Rosie por su pequeña ayuda.

Sin embargo ella me miraba algo seria. No sabía qué pasaba. ¿Acaso se molestó por haber dejado que Alastor entrara al emporio? No. Si estuviera molesta realmente desde hace rato lo hubiese notado. No podía ser en ese momento. Y pensé lo peor.

"¿Rosie...?" Susurré cuando acabé de comer. "¿Pasa algo?"

"T/N... ¿T/N?" Divagó con tranquilidad. 

Alcé una ceja con duda.

"Tranquila, linda." Me dijo. "Será una bella charla de damas. Siéntate bien."

Me senté mejor y crucé mis piernas. Ella se sentó en el otro sillón y soltó un suspiró nostálgico. Parecía recordar algunas cosas. No me atreví a preguntar por qué estaba así. No quería interrumpir su momento de silencio y era mejor esperar a sus siguientes palabras.

Pasaron unos segundos y esperé posibles órdenes o algo que fuera de importancia. 

Y habló.

"Todo tiene sentido, querida. Esto descose todas las costuras del pasado que una vez costuré..." Suspiró con pena.

"¿Rosie?... Pero ¿de qué me habla?"

"Apenas eres una niñita para mí. Entiendo que temas decir las palabras y que sepas cómo esconderlas de los oídos de los demás."

Fruncí un poco el ceño ante lo que me decía. No entendía en ese momento por dónde iba todo. Me empecé a desesperar y a sentirme nerviosa porque quería entender lo que me decía. Era la primera vez que me sentía de esa manera con ella. Siempre sentía tranquilidad al estar con ella, pero, aparentemente, había algo, pero ¿el qué?

"Por favor, no me haga esperar así. ¿Necesita algo?..."

"Déjate de nerviosismo. No te voy a comer." Rio un poco. Yo sonreí un tanto incómoda y ella de inmediato volvió a estar un poco seria. "Nunca pensé que escondieras secretos, pero de paso lo haces, sin que lo sepas; pero hay uno del que sabes muy bien."

Ladeé con la cabeza e intenté pensar mejor de qué me estaba hablando. ¿Qué le estaba ocultando yo a ella? A menos que...

Abrí de más mis ojos cuando de golpe se me vino una idea a la mente. ¿Se refería al tema de Charlotte y yo con lo de la "reencarnación"? Jamás le conté nada de eso porque no creí que fuera necesario contarle tales cosas si ella pasaba ocupada y no quería andar tras ella contándole mis "problemas" y más, un "problema" del que ni estaba segura si era real o un invento. Iba a ser inútil.

Pero debía asegurarme.

"Usted, ahm, ¿está hablando sobre-...?"

"¿De tu supuesta 'reencarnación' en este lugar al que has quedado condenada?" Me cortó. Apoyó su mano en su mejilla y sonrió de más con malicia. "En efecto, 'T/N'. Pero no es de sorprenderme, aunque me dejó algo atónita la noticia. Nunca pensé que mi propia empleada ocultara cosas." Confesó.

Me quedé callada unos segundos. Después de pensar un poco volví a hablar.

"No quería ocultarle nada realmente, pero no se crea lo que le dicen... Ya sabe que aquí hay muchas malas lenguas..." Susurré.

"¿Alastor es de mala lengua?" Preguntó. "Uhm... Puede que sí, pero dudo que ande mintiendo de una muchachita como tú, cariño." Finalizó y amplió su sonrisa.

"Ugh... Aun así." Murmuré. "Incluso él parece negarlo. No crea eso. Yo simplemente... Soy yo. No tengo nada de especial o 'reencarnación', supongo..." Sí. Claro. Porque escuchar de vez en cuando voces de la nada es normal, ¿eran síntomas o qué mierda?

Increíble.

Bajé mi cabeza y agarré mi muñeca, la que siempre me daba dolores horribles. Aún no entendía nada realmente. 

"Rosie..." La volví a mirar, pero ella tenía un pañuelo en su mano mientras la pasaba bajo sus ojos. ¿Acaso ella...? "Oiga, ¿está bien?" Me puse de pie de inmediato preocupadamente y me le acerqué. "Le juro que no volveré a ocultarle nada. Y-yo... Ahm..." Pero ella se empezó a reír de a poco mientras tenía unas pequeñas lágrimas.

"¡Es que... No se puede creer! Para una mujer que perdió a una vieja amiga es muy emocional y pesado." Rio levemente.

"¡No diga eso...! Más bien, ¡¿qué intenta decirme ahora?!"

Rosie negó con la cabeza y empezó a soplarse el rostro con su mano libre.

"Muchas emociones, Lucifer." Murmuró. "Necesito té."

"No me diga que usted se está creyendo todo esto." 

"Alastor capaz se lo cree también, pero es tan obstinado que no le querrá dar la razón a nadie."

Suspiré.

"Ya. Deje esto, por favor... Iré a hacerle su té."

"Bien." Dijo aun más tranquila, pero... Creía que en cualquier momento se iba a poner peor (emocionalmente).

Me alejé de Rosie y justo antes de que yo llegara a la cocina ella me habló.

"Luego saldremos y ocupo verte deslumbrante. No es una visita cualquiera."