Único

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Ambos jóvenes se encontraban en la azotea de aquel gran edificio de departamentos donde recidian junto a sus amigos. Estaban contemplando la belleza del cielo nocturno, en silencio, abrazados y felices hasta que el mayor de ambos decidió hablar.

—El cielo es lindo esta noche —susurro cerca de su menor para que este logrará escuchar su breve comentario.

—Siempre lo es, ¿no lo crees? —Félix miró al mayor al terminar de hacer aquella pequeña pregunta en espera de su respuesta.

—Tienes razón pero nunca de podrá comparar contigo —Bangchan le devolvió la mirada a su pequeño novio riendo al saber que sin duda lograría ponerle nervioso, esperando admirar su sonrojo acercó más sus rostros.

—Tonto, ¿por qué lo dices? —procurando no tartamudear y dejarse expuesto Felix optó por apartar la mirada a la vez que giraba su rostro, en un intento de que el pelinegro no pudiera fijarse en la manera en la que sus mejillas adquirían un leve sonrojo a la par de sus orejas. Algo que era realmente poco útil ya que la atención de su acompañante se encontraba completamente dirigida a su persona.

—Porque ni todas las estrellas del cielo se comparan a las que se encuentran en tu rostro. Porque eres mi pequeño cielo y mi estrella favorita —con cuidado tomo entre sus manos el rostro del pequeño rubio, acarició con sus pulgares sus mejillas y acercó sus rostros hasta dejar que sus narices se tocarán— Además eres el dueño de mis constelaciones favoritas y por si querías saberlo esas son todas las que puedas encontrar entre tus mejillas. Porque entre ellas siempre puedo descubrir las constelaciones más hermosas, tan únicas y preciosas que nunca podrán ser comparadas.

Y dejándose llevar por sus sentimientos Christopher fue acortando la distancia entre sus labios y los de su pareja, llevando una de sus manos con lentitud hasta la cintura de este mismo buscando acercar más sus cuerpos.

—Es un honor para mí ser tu estrella favorita, lo seré siempre —murmuró felix en respuesta para acto seguido finalmente unir sus labios a los del castaño, besandolo.

Era un beso dulce, suave, lleno de sentimientos que no podían explicarse con simples palabras, era cálido e inocente. Era su primer beso.

Fueron tan solo unos segundos, unos breves momentos que se sintieron eternos, largos y felices.

Al separarse Félix de manera inmediata oculto su rostro en el amplio pecho de su mayor mientras una risita nerviosa escapaba de entre sus labios.

—Mi niño —Chan abrazo el cuerpo del rubio con suavidad a la vez que en su propio rostro se formaba una sonrisa, una gran y clara sonrisa— no eres solamente mi estrella favorita, eres mucho más. Felix, para mí eres como un pequeño cielo donde siempre puedo encuentrar paz, eres como el sol en mi vida, eres la luz de mis mañanas.

—Chan hyung.

—Dime, amor.

—Eres mi mundo o incluso más... —el de cabellera rubia titubeó por unos segundos, buscando la palabras correctas, en busca de la mejor manera de hacerle entender al castaño lo que por él sentía. Aunque para el menor las palabras no fueran suficientes para explicar todo lo que aquel chico de lindos hoyuelos le hacía sentir con cada minina acción que realizara.— porque incluso solo tu sonrisa la considero mi universo entero.

Y aún con el rostro oculto en el pecho de Bangchan, sonrió.

—Te amo, mi linda estrella

Fue lo último que el mayor de ambos dijo, fue la última oración pronunciada en esa noche que sería inolvidable para ambos jóvenes. Porque ese día bajó las estrellas y con la luna como testigo ambos dejaron salir sus pensamientos por el otro, esa misma noche fue su primer beso, el primero de muchos.

First Kiss  //  chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora