O3 ♥︎

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— Estás mintiendo.

— ¡Te juro que no!

Jaemin empezó a reirse a carcajadas cuando escuchó a su mejor amigo decir que le había hablado a su tan amado crush, y que además, ¡Habían llegado juntos al salón! Él no podría creerlo, ¿Desde cuándo Mark podía hablar con Donghyuck sin avergonzarse y salir corriendo?

Supo que era verdad cuando vió al mayor sonrojarse a más no poder, de verdad estaba sorprendido, ¡Su chico estaba creciendo! Le daba risa llamarlo así, ya que Nana era menor que él, pero si hablamos de experiencias.. El pelirosa parecía mayor.

Mark iba a agregar algo más, cuando vió llegar a Jeno, el novio de Jaemin. Al verlos tan acaramelados el uno con el otro, se sintió como el tercero que innecesariamente estaba ahí junto a la pareja, así que decidió irse a su asiento. Estaba aburrido, pero pronto se le vino a la mente la idea de escribir algo en su cuaderno, desde la mañana en que habló con Donghyuck que estaba inspirado. Aquel chico de ojos oscuros despertaba algo en él que no podía explicar o expresar ni con sus escritos.

Estoy realmente enamorado de Lee Donghyuck.

...

Haechan, Haechan, Haechan. Era increíble la forma en la que su mente solo podía repetir ese nombre.

Aún recordaba la forma en la que lo conoció; cuando su perro se soltó de su correa cuando lo paseaba y, como si de una obra del destino para que ambos se juntaran se tratase, terminó siendo encontrado por aquel lindo chico de cabello castaño en ese momento. Minhyung aún sentía la emoción de encontrar a su mascota, y lo rojas que estaban sus mejillas cuando vió al chico con el que esta estaba. Se había acercado lentamente, no sabía si era por la tímidez.

— Hola, debes de ser el dueño, ¿No?

— Sí.. lo soy, gracias por encontrarlo.

— No hay de qué, él se acercó y deduje que se había perdido por su collar.

Minhyung sonrió, y el chico, que para ese entonces era desconocido, también lo hizo. Se acercó para ponerle la correa, y se lamentaba mentalmente por tener que despedirse.

— Me llamo Minhyung, por cierto.

— Haechan, un gusto.

Ambos se miraron directamente por unos instantes, hasta que Haechan se agachó para saludar al perro que cuidaba hace unos minutos.

— Debo irme, nos vemos. Que lindo eres.. así como tu dueño.

Tal vez su intención era que Min no lo escuchara, pero sí lo hizo, y su corazón latió muy rápido, y sus mejillas otra vez se tiñieron de un tono rojizo.

— ¡Nos vemos luego Minhyung! —Exclamó el más bajo mientras se alejaba, el mencionado solo supo sonreir y agitar su mano en forma de despedida. Al querer tomar la correa de su perro, notó como este lo miraba atento, como si se diera cuenta de todo lo que le estaba pasando en ese momento.

— Lo sé, lo sé.. es muy lindo.

...

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