PARTE 2 - CAPÍTULO VI

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Mensaje entrante…

📲 Hey, ¿Sigues ignorándome?

📲 Seungmin, por favor responde

📲 Seungmin, responde 🥺

📲 ¡Seungmin! Si no respondes, yo mismo iré por ti cachorro

"No se atrevería" —pensó aquel chico que leía en ese momento los mensajes. Pensó mientras bufaba con el entrecejo fruncido antes de dejar a un lado del sofá del consultorio, su celular con furia y con toda la fuerza que podía mantener frente al dolor de la extracción de su muela, para poder pegar su nuca con cuidado hacia la pared y chillar levemente. 

Y es que Seo Changbin lo tenía mal. Era abrumador pensar que había separado todo su tiempo para haber podido estar al lado del mayor, pero éste lo había tenido que arruinar. Arruinar todo haciendo que en ese momento quisiera gritar. Por lo que estaba muy frustrado al no poder hacerlo.

Aún así, sabía que tenía que guardar reposo. Así que lo hizo, tomando uno más de los algodones que le había dado el doctor para colocarlo sobre la extracción. 

"Genial, ahora no hay más algodón" —pensó con un puchero, apretando levemente los labios levemente, antes de levantarse para ir hacia él ascensor, si de esa forma podría regresar aún más rápido a casa.

Pero cuando estaba por dar un paso más al mismo tiempo que las puertas se abrían, algo se le vino a la mente, algo que tal vez le ayudaría a sacar aquellos pensamientos de su cabeza. Tal vez podría llamar a uno de sus sunbaenims, o tal vez a Jeongin, Jisung o Felix para hablar. Más al pensarlo nuevamente sabía que era mala idea, sumándole que estaba adolorido y a punto de llorar de la impotencia. Entonces supuso que no tenía de otra que regresar.

Nada más que regresar y enfrentar a las solicitudes de su mayor, por más que sonaran a tortura. Aún así, estaba seguro de que no lo iba a perdonar tan fácilmente.

O eso fue lo que pensó antes de ver fijamente hacia el ascensor. Ver fijamente de quien trataba de huir hace algunos segundos, verlo parado frente a él con un ramo de flores a la vez que se lo observaba por medio de aquel gorro negro con esos ojos de perro regañado. Mientras trataba de poder acercarse, poco a poco tartamudeando su nombre.

En ese momento, no sabía si era por el aire acondicionado, pero podía haber jurado ver cómo el viento jugaba con la ropa de ambos al estilo de la era Joseon, o de alguna era antigua de Corea. Había jurado que había visto a ambos vestidos de distintas maneras como si los dos se hubieran conocido hace mucho tiempo atrás. Pero claro, seguramente era fruto del dolor o de la anestesia que casi dejaba de surtir efecto en él.

Así que con ese pensamiento, un puchero en los labios y una mano puesta con suavidad en su mejilla izquierda, se decidió a retirarse del lugar. A pasar por su lado, sin importarle que éste tuviera un ramo de flores en manos y una carta entre ellas. Porque esta vez iba a tomar las escaleras.

O al menos le gustaría haberse ido por ellas, sino hubiera sido jalado hacia adentro de aquel ascensor y haber sido pegado contra la pared por aquella persona que estaba parada delante de aquellas dos puertas que en ese momento se cerraban.

Seungmin: Pero qué- ¿Qué te- ¡auch, me dcholió... Sheo Changbin!

Se quejó como pudo, haciendo que el mayor mirara sus labios sin pestañear tratando de buscar las palabras correctas para poder decirle algo. Pero al no encontrarlas, solo dejó un momento aquellas flores a un lado de su cuerpo para tomar la nuca del menor y acercarse a sus labios de una manera tierna y lenta que aunque Seungmin hubiese querido alejarlo, ahora no lo podía hacer, al estar tan metido en aquella sensación.

TRAP II [MINJEONG, HYUNLIX, SEUNGBIN, CHANSUNG] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora